En 2024, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudí y los EAU se unieron a los BRICS. Como resultado, el bloque representa ahora casi un tercio del PIB mundial a precios de mercado en USD. Para profundizar en las perspectivas a largo plazo del bloque en su conjunto y de cada país por separado, puede descargar nuestro último informe especial, que incluye resúmenes y gráficos de fácil lectura de nuestras principales Previsiones de Consenso hasta 2030.
¿Qué economía de los BRICS será la de mayor crecimiento hasta 2030?
Las economías de los BRICS seguirán siendo heterogéneas, con marcadas diferencias en su fase y ritmo de desarrollo, así como en tamaño y estructura económica. India, Egipto y Etiopía crecerán a mayor ritmo, impulsados por su gran potencial de convergencia; China se beneficiará de su sector manufacturero de alta tecnología; y las estrategias de diversificación no petrolera reforzarán la actividad en Arabia Saudí y los EAU. Por el contrario, Brasil, Irán, Rusia y Sudáfrica crecerán a ritmos decepcionantes debido a los mediocres avances de sus reformas estructurales.
¿Se asienta el bloque BRICS sobre cimientos poco sólidos?
En los últimos años, el comercio y la inversión dentro del bloque BRICS han aumentado considerablemente, pero las estructuras formales y los acuerdos multilaterales siguen siendo escasos. Esta situación persistirá tras la reciente ampliación. La pertenencia a los BRICS facilitará los acuerdos bilaterales, especialmente con China, socio comercial clave de la mayoría de los miembros y activo inversor internacional. Dicho esto, la base institucional de la organización seguirá siendo inestable y es poco probable que los acuerdos multilaterales ganen tracción.
¿Conseguirán los BRICS reducir su uso del dólar estadounidense?
La desdolarización del sistema financiero mundial será un objetivo a largo plazo del bloque en medio de las sanciones económicas occidentales a varios miembros. Por ejemplo, Arabia Saudí y los EAU podrían enfrentarse a presiones crecientes para vender petróleo a China e India en renminbi y rupias, respectivamente, y el comercio en general se realizará cada vez más en las monedas del bloque. No obstante, una moneda común de los BRICS sigue siendo prácticamente imposible dados los fuertes vínculos de los países del Golfo con Occidente y el dólar, las grandes disparidades económicas entre los miembros y la fortaleza del sistema financiero occidental.
Información de nuestra red de analistas
Sobre el futuro del bloque, los analistas del EIU comentaron:
«La expansión reforzará la importancia geopolítica de los BRICS -siempre que el grupo pueda conciliar sus tensiones internas- y su músculo económico combinado, pero el impacto económico directo será pequeño. Es improbable que el grupo BRICS se convierta en una sólida construcción geopolítica y económica, independientemente de cuántos ladrillos se añadan a la pared».
Sobre las perspectivas de desdolarización, los analistas de ING dijeron
«A pesar de algunas presiones, el USD sigue siendo la moneda preferente para el comercio. Un mayor papel de los BRICS y otros mercados emergentes en el comercio mundial podría crear una demanda más natural de alternativas al USD, pero esto no ha sucedido hasta ahora. La mayor participación del CNY en la facturación comercial no parece estar destronando al USD, sino más bien desplazando a las divisas de mercados desarrollados de segundo nivel, como la GBP. Una dirección en la que el USD podría verse desafiado dada la confrontación geopolítica es la mayor orientación del comercio de los BRICS hacia otras economías de mercado emergentes.»
Nuestro último análisis
El crecimiento del PIB chino cayó en el segundo trimestre a su nivel más bajo en más de un año, lo que ha suscitado llamamientos a un mayor estímulo.
La producción de petróleo de Arabia Saudí volvió a disminuir en junio, a medida que los recortes de producción de la OPEP+ seguían haciendo mella.
Informe especial: BRICS 2030
Descargue este nuevo informe especial sobre las perspectivas a largo plazo de las economías de los BRICS: