Alteraciones meteorológicas:
Panamá, el quinto país más lluvioso del mundo, atraviesa una de las temporadas más secas jamás registradas debido al cambio climático y a una gestión ineficaz del agua. Las escasas precipitaciones de este año han llevado el nivel de agua del Canal de Panamá a mínimos casi históricos. Consecuencias inmediatas: Como respuesta, las autoridades han impuesto restricciones al número de buques que atraviesan el canal y a su capacidad máxima. Los armadores tienen ahora que transportar menos carga, optar por rutas alternativas más largas y costosas, y enfrentarse a asombrosos cuellos de botella. El mes pasado, las colas de tránsito alcanzaron algunos días los 160 buques -casi un 80% por encima de la media- y retrasaron algunos barcos hasta 21 días.
El Niño ensombrece el panorama:
En julio, la Organización Meteorológica Mundial declaró el inicio del patrón climático de El Niño, que traerá condiciones más cálidas y secas a Panamá. Como consecuencia, es probable que la actual sequía se agrave en los próximos meses, y que la escasez de agua y electricidad dificulte la actividad canalera. Mientras tanto, las aguas que alimentan el canal también abastecen de agua potable a la ciudad de Panamá, por lo que el racionamiento de recursos y los nuevos disturbios civiles que se avecinan podrían empujar a las autoridades a desviar agua para el consumo e imponer restricciones aún más estrictas a la actividad naviera.
Impacto económico local:
Es probable que las interrupciones en el canal tengan un efecto limitado en la economía de Panamá. Desde el cambio de siglo, la actividad del Canal ha representado menos del 8% del PIB nominal, y las sequías anteriores -como durante el fenómeno de El Niño de 2015-2016- solo afectaron marginalmente a los ingresos. Nuestro Pronóstico de Consenso es que la economía crecerá cómodamente alrededor del 5% interanual en 2023 -el ritmo más fuerte en Centroamérica- apoyada por una robusta actividad interna. Dicho esto, la economía seguirá sintiendo algo de presión debido a los menores ingresos fiscales procedentes del canal y, a su vez, a un crecimiento del gasto público potencialmente más débil de lo previsto.
Repercusiones mundiales:
Se calcula que el 5% del comercio internacional y el 40% de todo el tráfico de contenedores de Estados Unidos pasan por el Canal de Panamá. Los precios al contado del transporte marítimo entre China y Estados Unidos ya se han disparado más de un 30% tras las recientes restricciones. Si la sequía se prolonga y se imponen más restricciones, los precios podrían aumentar aún más, ya que los buques se desviarían por rutas menos eficientes y más caras. Mientras tanto, las interrupciones logísticas podrían reavivar las presiones mundiales sobre los precios, en particular de los alimentos y la energía, al quedar atascados en el canal los productos perecederos procedentes de Sudamérica y las exportaciones de energía de Estados Unidos.
Opinión de nuestros analistas
Los analistas del EIU comentaron el posible impacto de El Niño a finales de este año:
“Un fuerte fenómeno de El Niño podría dar lugar a racionamientos de agua y/o electricidad y, por tanto, tendría un impacto más grave en las empresas de lo que sugieren actualmente nuestras previsiones a corto plazo. Un riesgo particular es que un fuerte El Niño exacerbe la estación seca de 2024, dando lugar a niveles récord de agua en los lagos y limitando las operaciones del Canal el próximo año.”
Sobre las interrupciones en el Canal de Panamá, Steven Palacio, analista de JPMorgan, dijo:
“La situación es relevante tanto a nivel nacional -ya que el transporte representa una gran parte del PIB- como internacional, ya que el canal es una importante ruta comercial, en particular para EE.UU.. En el ámbito nacional, esto plantearía riesgos a la baja para nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2023 del 5% interanual, pero los riesgos al alza se habían ido acumulando en otras partes de la economía, por lo que vemos los riesgos equilibrados.”