¿Cuáles son las perspectivas para la producción y los precios del petróleo en Estados Unidos?

El sector energético estadounidense ha ido viento en popa en los últimos años. En nuestro último artículo, analizamos las previsiones para la producción y los precios del petróleo en el futuro.

La producción de petróleo de EE.UU. disminuyó de forma constante desde la década de 1980 hasta situarse en torno a los 5 millones de barriles diarios a mediados de la década de 2000, impulsada por un prolongado periodo de precios del petróleo deprimidos. Pero las arenas han cambiado ahora: Gracias a la explosión de la industria del esquisto, la producción de petróleo estadounidense se ha disparado hasta unos 12 mbpd, convirtiendo al país en exportador neto de energía por primera vez en décadas.

El futuro es prometedor. Según el consenso de nuestros analistas, los precios del petróleo WTI superarán los 80 dólares por barril en los próximos dos años, muy por encima del umbral de rentabilidad de los productores, que oscila entre 48 y 69 dólares por barril para los nuevos pozos. Junto con la ampliación de los oleoductos, la producción alcanzará la cifra récord de 12,8 mbpd en 2024, según la Administración de Información Energética.

Como resultado, Estados Unidos ampliará su liderazgo como mayor productor de crudo del mundo; nuestros panelistas ven al siguiente mayor actor, Arabia Saudí, bombeando aproximadamente 11 mbpd en 2024. Esto es un buen augurio para las exportaciones y, sobre todo, para la seguridad energética. A principios de la década de 1970, la economía estadounidense, dependiente de la energía extranjera, se vio gravemente afectada por el embargo petrolero de la OPEP. Hoy, gracias al resurgimiento de la producción nacional de energía, una repetición de tal escenario es una perspectiva lejana.

Informes de nuestra red de analistas

En cuanto a las perspectivas de los precios del petróleo para este año, el EIU dijo:

“Los precios del petróleo seguirán sujetos a fuerzas divergentes en 2023, aunque EIU espera que, en conjunto, prevalezcan las presiones alcistas. Por un lado, la fuerte subida de los precios del petróleo y el gas en 2021-22 está contribuyendo a una brusca desaceleración de la demanda energética en muchos mercados de la OCDE. Los operadores petroleros siguen preocupados por los riesgos de recesión en medio del agresivo endurecimiento monetario de los bancos centrales de la OCDE. Por otra parte, el cambiante entorno político de China pasa ahora de ser un importante riesgo a la baja para nuestras previsiones de demanda y precios mundiales a ser un importante riesgo al alza; mucho dependerá de la rapidez con que se reabra la economía del país en 2023 y de la gravedad de los brotes de cólera en la primera mitad del año.”

En cuanto a la producción estadounidense, los analistas de la EIA señalaron:

“Nuestra previsión de producción de crudo en el Pérmico aumenta en 470.000 b/d hasta una media de 5,7 millones de b/d en 2023. La finalización de los nuevos gasoductos de gas natural permitirá a los productores transportar al mercado una mayor cantidad del gas natural que se produce junto con el crudo (gas natural asociado), eliminando una posible limitación a la producción de crudo. En la actualidad, los productores queman en antorcha parte del gas natural que producen. Prevemos que la producción de crudo en el GOM aumentará en 120.000 b/d en 2023, mientras que la producción en otras regiones de Estados Unidos (excepto en el Pérmico) disminuye ligeramente. En 2024, prevemos que la producción de crudo en el Pérmico aumente en 350.000 b/d”.