Angola: La economía pierde tracción en el cuarto trimestre
La economía terminó el año 2024 en una posición más débil, con una expansión del 3,6% interanual en el cuarto trimestre, por debajo del estelar aumento del 5,5% del tercer trimestre. Sobre una base intertrimestral desestacionalizada, la actividad económica se desaceleró bruscamente desde el aumento del 2,2% revisado a la baja del 3T, aumentando sólo un 0,1% en el 4T. Aun así, el crecimiento económico alcanzó su nivel más alto de la década, con un 4,4% en 2024 (2023: +1,1%).
El sector de los hidrocarburos se contrajo un 0,8% interanual en el cuarto trimestre, frente a la expansión del 3,0% del tercer trimestre, lastrada por un descenso del 3,5% en la producción de petróleo (tercer trimestre: +1,5% interanual) en medio de dificultades operativas. Mientras tanto, el crecimiento de la producción no petrolera se enfrió hasta el 5,0% interanual (tercer trimestre: +6,3% interanual). El crecimiento de la producción manufacturera se ralentizó hasta su nivel más bajo en un año y medio, y el impulso de la agricultura disminuyó. Por otra parte, el sector del transporte prácticamente se paralizó y el comercio interior perdió fuelle, lo que limitó la producción de servicios. Dicho esto, la expansión global del sector no petrolero se mantuvo notablemente por encima de los niveles anteriores a la pandemia: El crecimiento de la minería y las canteras se aceleró en el cuarto trimestre con respecto al tercero, y la actividad de la construcción creció al ritmo más rápido en tres años.
Nuestro panel espera que el crecimiento del PIB se ralentice en el primer trimestre de 2025, debido a los elevados tipos de interés y a la inflación, a la maduración de los yacimientos petrolíferos y a la congelación de USAID, que representa alrededor del 20% del total de la ayuda internacional en Angola. Para el conjunto de 2025, nuestro Consenso prevé una desaceleración de la economía a partir de 2024, ya que el estancamiento del sector petrolero lastra el gasto público y las exportaciones. Aun así, el crecimiento económico debería seguir siendo fuerte en comparación con los niveles previos a la pandemia, apoyado por un gasto privado saludable.
Gerrit van Rooyen, de Oxford Economics, comentó: «Tras un repunte de la producción de crudo en 2024, prevemos que el crecimiento de la producción se moderará este año, lo que frenará el crecimiento económico global. Prevemos que la producción de diamantes también se estancará este año, debido a la continua debilidad de la demanda mundial de diamantes. No obstante, el crecimiento del PIB real a corto plazo se verá respaldado por el aumento de la inversión en prospección minera, refino de petróleo y gas, infraestructuras de transporte y energía solar, así como por la continuación de las privatizaciones.»