Argentina: El PIB cae a un ritmo más moderado en el segundo trimestre
El PIB cayó a un ritmo más suave en el segundo trimestre, con un descenso anual del 1,7% (1er trimestre: -5,2% interanual). La inflación de tres dígitos y la fuerte consolidación fiscal explican esta caída, a pesar de la recuperación del sector agrícola y el aumento de la producción energética. En términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB cayó un 1,7% en el segundo trimestre, tras la caída del 2,2% del periodo anterior.
El gasto de los hogares se contrajo un 9,8% en el segundo trimestre, lo que supone el mayor descenso desde el tercer trimestre de 2020 (primer trimestre: -6,6% interanual). El consumo público, por su parte, cayó al ritmo más pronunciado desde el 2T 2020, contrayéndose un 6,0% (1T: -4,3% interanual). Por su parte, la inversión fija se contrajo un 29,4% en el segundo trimestre, lo que supone el peor resultado desde el segundo trimestre de 2020 (primer trimestre: -23,8% interanual). En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 31,4% anual en el segundo trimestre, por encima de la expansión del 26,4% del primer trimestre. Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios cayeron a un ritmo más rápido del 22,5% en el segundo trimestre (T1: -15,5% interanual).
Nuestro consenso es que la economía se contraiga a un ritmo interanual más acusado en el 3T debido a una base de comparación más elevada, aunque el impulso subyacente debería mejorar, como reflejan las previsiones de los panelistas de un repunte del PIB en términos intertrimestrales.
En cuanto a las perspectivas, los analistas de Itaú Unibanco señalaron: “Recientemente hemos revisado nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2024 hasta el -4,0% (desde el -3,5%), debido principalmente al arrastre estadístico negativo del 2T24 anticipado en la proxy mensual del PIB. Esperamos que la actividad económica mejore gradualmente a partir del 3T24, ya que varios indicadores adelantados han mostrado brotes verdes, como los préstamos personales, la recaudación del IVA, la construcción, la industria manufacturera y las ventas de automóviles” En una línea similar, Sergio Armella, de Goldman Sachs, afirmó: “Un crecimiento positivo de los salarios reales a medida que se modere la inflación debería proporcionar cierto apoyo al consumo y a la actividad en el segundo semestre de 2024. Los indicadores de actividad de alta frecuencia ya mostraron un aumento significativo de la actividad industrial y de la construcción en julio. Con todo, mantenemos sin cambios nuestra previsión de crecimiento del PIB real para 2024 en el -4,1% y subimos nuestra previsión para 2025 al 2,2% desde el 1,7% anterior.”