Australia: La inflación disminuye en junio
La inflación bajó al 3,8% en junio, frente al 4,0% de mayo. La lectura de junio se ajustó en líneas generales a las expectativas del mercado, pero siguió superando el rango objetivo del 2,0-3,0% del Banco Central (RBA). En cuanto a los detalles de la publicación, las presiones sobre los precios del transporte y el ocio disminuyeron, lo que contribuyó a la ralentización general. Sin embargo, el crecimiento de los precios de la vivienda, los servicios públicos y la ropa se aceleró, con lo que la tendencia apuntó a la baja y la inflación media anual cayó al 4,2% en junio (mayo: 4,3%). El resultado de mayo marcó la lectura más débil desde junio de 2022. Por su parte, la inflación excluidos los artículos volátiles y los viajes de vacaciones se mantuvo sin cambios en el 4,0% de mayo. Por último, los precios de consumo aumentaron un 0,40% en junio respecto al mes anterior, por encima de la subida del 0,16% de mayo.
Nuestros panelistas prevén una ralentización de la inflación en el segundo semestre del año, atenuada por unas condiciones de financiación restrictivas, un dólar australiano fuerte y una cosecha más abundante de lo previsto a principios de 2024 que limitará el crecimiento de los precios de los alimentos. Se prevé que las presiones sobre los precios se sitúen en promedio por debajo de los niveles de 2023 en 2024 en su conjunto, aunque no se considera que vuelvan al objetivo hasta el primer semestre de 2025. Un crecimiento de los salarios más rápido de lo previsto y un repunte de los precios de las materias primas plantean importantes riesgos al alza.
Los analistas de Goldman Sachs comentaron: “En general, los datos de hoy respaldan nuestra opinión de que las presiones inflacionistas se están relajando y seguirán haciéndolo en 2024, junto con señales más claras de desinflación mundial, un sector doméstico muy débil y un mercado laboral en fase de reblandecimiento. Seguimos esperando que el RBA inicie un ciclo de relajación gradual en febrero de 2025.”