Australia: La combinación de incendios forestales, sequía y Covid-19 golpea duramente a la economía en el primer trimestre
La grave temporada de incendios forestales, unida a una prolongada sequía y a las medidas de bloqueo para combatir la pandemia de coronavirus, afectaron duramente a la economía en el primer trimestre del año.
El PIB cayó un 0,3% intertrimestral en términos desestacionalizados en el primer trimestre, lo que contrasta con el aumento intertrimestral del 0,5% registrado en el cuarto trimestre de 2019, según las cifras publicadas por el Instituto de Estadística de Australia (ABS) el 3 de junio. El resultado coincidió con las expectativas y marcó la contracción más pronunciada desde el cuarto trimestre de 2008. Mientras tanto, sobre una base anual, la economía creció un 1,4%, por debajo del 2,2% del 4T. Un desplome en el gasto de los hogares y la contracción de la inversión fija en medio de pérdidas de empleo y cierres de empresas estuvieron detrás de la nefasta lectura. El consumo privado se desplomó (1T: -1,1% interanual trimestral; 4T 2019: +0,5% interanual trimestral) debido a una fuerte caída del gasto en los servicios más afectados por las restricciones y a que los hogares aumentaron sus ahorros ante unas perspectivas económicas inciertas. Además, la inversión en capital fijo volvió a contraerse (1T: -0,8% intertrimestral; 4T 2019: -1,2% intertrimestral) debido al deterioro de la confianza empresarial y a la supresión de la actividad al final del trimestre. Por otro lado, el gasto público ganó un ritmo considerable (1T: +1,8% interanual intertrimestral; 4T 2019: +0,9% interanual intertrimestral) gracias a un amplio plan de estímulo fiscal.
El sector exterior, por su parte, apoyó a la economía en mayor medida que en el 4T. Las exportaciones cayeron un 3,5% (4T 2019: -0,2% a/a trimestral), lastradas por la contracción de las exportaciones de servicios, mientras que las importaciones cayeron un 6,2% más en el 1T, tras crecer un 0,1% en el 4T 2019, debido a la contracción de las compras de bienes de consumo y de equipo.
La economía está abocada a sufrir este año los efectos de la crisis sanitaria y el consiguiente bloqueo, ya que tanto la demanda exterior como la actividad interna se verán afectadas. Dicho esto, las medidas adoptadas por el Gobierno y el Banco Central deberían ayudar a amortiguar un poco la desaceleración. Una recuperación más rápida de lo previsto en China plantea riesgos al alza.