Australia: El Banco de Reserva de la India se mantiene firme en junio
En su reunión de política monetaria del 1 de junio, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) decidió mantener el tipo de interés al contado en el mínimo histórico del 0,10%. También mantuvo el objetivo de rendimiento de la deuda pública a tres años en torno al 0,10%, y reiteró que estudiaría la posibilidad de mantener el actual objetivo de rendimiento y/o emprender nuevas compras de bonos en su reunión de julio. La decisión estuvo motivada por unos datos que muestran que, aunque la recuperación tanto del PIB como del mercado laboral está en marcha y es más fuerte de lo previsto, las presiones sobre los precios siguen siendo moderadas. Mientras tanto, la recuperación mundial avanza en medio del despliegue de vacunas y, aunque persiste la incertidumbre relacionada con la pandemia, debería disminuir a medida que las campañas de vacunación sigan ganando velocidad. En conjunto, el Banco espera que la economía crezca un 4,8% y un 3,5% en 2021 y 2022, respectivamente. En cuanto a los precios, el RBA prevé un repunte temporal de los precios en el segundo trimestre debido a un efecto de base bajo.
El Banco mantuvo su tono moderado en su comunicado, reiterando que espera mantener el tipo de interés efectivo en su actual mínimo histórico hasta que el mercado laboral vuelva al pleno empleo, el crecimiento salarial se acelere sustancialmente y la inflación real se sitúe cómodamente dentro de su rango objetivo del 2,0-3,0%, lo que no prevé hasta 2024. Además, añadió que vigilará la evolución de los precios de la vivienda -actualmente al alza- y los costes de endeudamiento para mantener unas condiciones de préstamo favorables. La próxima reunión de política monetaria está prevista para el 6 de julio.
Comentando el posible resultado de la próxima reunión del Banco, Robert Carnell, jefe de investigación para la región Asia-Pacífico de ING, declaró: “Si el RBA decide continuar con su programa de compra de activos más allá de septiembre en su reunión de julio, entonces hay pocas limitaciones para que lo hagan. […] Normalmente, los bancos centrales que aplican este tipo de políticas prefieren no poseer más del 30% del saldo vivo de la deuda pública, aunque hay ejemplos en los que la propiedad es muy superior a esta cifra.”