Austria: La economía registra en el 3T su mayor repunte en más de dos años
Según una lectura preliminar, la economía austriaca se aceleró en el tercer trimestre, con una expansión del 0,3% en tasa intertrimestral desestacionalizada, tras estancarse en el segundo trimestre. El resultado fue el más fuerte desde el segundo trimestre de 2022, aunque fue inferior a la media de la zona euro (0,4%). En términos anuales, la desaceleración de la actividad económica se redujo a un mínimo, con una caída del PIB del 0,1% en el tercer trimestre (segundo trimestre: -1,2% interanual).
A nivel nacional, la recuperación trimestral fue generalizada y se vio impulsada por un fuerte repunte del gasto privado, que aumentó un 0,5% en el tercer trimestre (-0,6% intertrimestral en el segundo trimestre), el ritmo más alto en casi dos años; la menor inflación y las condiciones financieras más laxas probablemente apoyaron los presupuestos de los hogares. Además, el consumo público volvió a crecer, un 0,5% en el tercer trimestre (-0,2% intertrimestral en el segundo). Por otra parte, la inversión fija cayó a un ritmo más suave del 0,3% en el 3T, tras la disminución del 0,7% registrada en el trimestre anterior.
En el sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios alcanzaron su nivel más alto en dos años, con un 1,2% en el tercer trimestre (2T: -1,0% intertrimestral). Por otra parte, las importaciones de bienes y servicios se recuperaron y crecieron un 1,7% en el tercer trimestre (-0,5% intertrimestral en el segundo). En términos anuales, la actividad económica se contrajo un 0,1% en el 3T, lo que supone una mejora respecto a la contracción del 1,2% del trimestre anterior y marca el mejor resultado desde el 1T 2023.
A pesar del repunte del tercer trimestre y de la previsión de un nuevo repunte en el cuarto trimestre, se prevé que la economía siga de capa caída en 2024 en su conjunto. Además, nuestro panel prevé que el crecimiento se mantenga por debajo de la media decenal anterior a la pandemia en 2025, debido a los efectos indirectos de la persistente debilidad del sector manufacturero alemán.
Franziska Biehl, de ING, comentó: “De cara al futuro, hay pocos indicios de un cambio de tendencia inminente para la economía austriaca. Con la economía estadounidense perdiendo gradualmente fuelle y la recuperación económica de la eurozona ralentizándose, es probable que tanto la industria como el comercio austriacos sigan bajo presión. Sin embargo, el ánimo no sólo se ha apagado últimamente en la industria, sino también entre los consumidores. La incertidumbre política interna, derivada del proceso en curso de formación de un nuevo gobierno, los riesgos geopolíticos y el temor a un debilitamiento del mercado laboral no ofrecen un caldo de cultivo fértil para grandes gastos”.