Brasil: El COPOM, en suspenso en la reunión de enero
En su primera reunión de 2021, celebrada los días 19 y 20 de enero, el Comité de Política Monetaria (COPOM) del Banco Central de Brasil decidió por unanimidad mantener el tipo de interés de referencia SELIC en su mínimo histórico del 2,00%. La medida estuvo en línea con las expectativas de los analistas del mercado y marcó la cuarta retención consecutiva, tras nueve recortes consecutivos de las tasas desde julio de 2019.
La decisión del COPOM de mantener se produjo en un contexto de aumento de la inflación. Las presiones de los precios han sorprendido al alza últimamente, en gran parte debido a la reciente recuperación de los precios mundiales de las materias primas y su impacto en los precios de los alimentos y los combustibles. Sin embargo, el Banco considera que el impacto sobre los precios es transitorio, a pesar de haberse mostrado más resistente de lo esperado, y prevé que la inflación se sitúe en el 3,4% a finales de 2021 y en el 3,5% a finales de 2022, en un escenario basado en las expectativas del mercado. Mientras tanto, la inflación subyacente se sitúa en niveles superiores a los compatibles con los objetivos de inflación del 3,75% y el 3,50%, para 2021 y 2022, respectivamente, por lo que el Banco seguirá vigilando atentamente la evolución de los precios. No obstante, el COPOM sigue viendo riesgos para la inflación en ambas direcciones: La presión a la baja podría provenir de la elevada incertidumbre debido a la pandemia y la holgura económica, mientras que una posible prolongación de las medidas de alivio fiscal y los reveses en la agenda de reformas que aumentan las primas de riesgo podrían causar presiones al alza. En cuanto a la actividad económica, aunque los datos disponibles para el cuarto trimestre son prometedores, el Banco señaló que esto no explica el reciente repunte de nuevos casos de coronavirus. La incertidumbre en torno a las perspectivas económicas sigue siendo elevada, particularmente para el primer trimestre de 2021, a medida que los efectos de la ayuda de emergencia comienzan a desvanecerse.
En su comunicado, el COPOM afirmaba que, dado que las expectativas de inflación y las proyecciones de inflación se acercan al objetivo de inflación para el horizonte de política monetaria pertinente, ya no se cumplen las condiciones para mantener el grado actual de estímulo monetario y, por tanto, para mantener su orientación futura. En el futuro, la política monetaria dependerá del equilibrio de riesgos para la inflación. Sin embargo, el COPOM también subrayó que la supresión de la forward guidance no implica automáticamente una subida de tipos, ya que el contexto económico sigue justificando un estímulo monetario sustancial. Al comentar las perspectivas de la política monetaria, Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, reflexionó: “En pocas palabras, la actual tasa de interés es demasiado baja y, por lo tanto, sería prudente que el Copom normalizara la política monetaria un poco antes y más rápido, con el fin de proteger el objetivo de inflación para 2022 y protegerse contra un balance de riesgos para la inflación menos benigno. En otras palabras, quizás más que la inflación, son las consideraciones de gestión del riesgo financiero las que justificarían la retirada de parte del actual nivel excepcional de acomodación monetaria antes y/o más rápidamente de lo previsto y más allá de lo que exigiría el contexto de inflación y crecimiento (según lo captado por una regla de Taylor tradicional)” La próxima reunión de política monetaria está prevista para los días 16 y 17 de marzo.