China: La conferencia política anual de China anuncia un objetivo de crecimiento prudente y una reforma institucional
El objetivo de crecimiento del PIB para 2023 está ligeramente por debajo de nuestra Previsión de Consenso. La revisión institucional pretende impulsar la seguridad y la autosuficiencia, y también concentrará más poder dentro del Partido Comunista. Qué ha pasado: En marzo se celebró en China la reunión política anual de las “Dos Sesiones”. En la reunión se anunció un objetivo de crecimiento del PIB para 2023 del 5,0%, por debajo de nuestras previsiones de crecimiento del 5,1%. En el plano institucional, se creará un nuevo regulador financiero para consolidar las responsabilidades de los distintos organismos estatales. Se creará una oficina nacional de gestión de datos y se reestructurará el Ministerio de Ciencia y Tecnología para impulsar la innovación, con la creación de una comisión del Partido Comunista. Las Dos Sesiones también sirvieron para confirmar el tercer mandato de Xi Jinping como presidente y para remodelar la cúpula del gobierno, con el nombramiento del antiguo secretario del Partido Comunista de Shanghai, Li Qiang, como primer ministro (jefe del gobierno). El resultado económico: El objetivo de crecimiento alcanzable sugiere que no se prevén grandes estímulos fiscales o monetarios, y la remodelación institucional demuestra que el gobierno da prioridad a la seguridad, la estabilidad y la autosuficiencia frente a la maximización de la expansión económica. El nuevo regulador financiero podría reducir los riesgos sistémicos en el sector bancario, y el renovado ministerio de ciencia y tecnología probablemente canalizará más fondos hacia los sectores favorecidos por el gobierno, como los semiconductores y la defensa. Sin embargo, la gran concentración de poder político podría aumentar la imprevisibilidad de las políticas, lo que lastraría la inversión privada. En cuanto a la tecnología, el EIU afirma: “Somos escépticos sobre el efecto que tendrán las nuevas instituciones del partido-estado a la hora de estimular la innovación avanzada, dado que las ineficiencias en la asignación de recursos son habituales en el enfoque industrial descendente de China”. El desarrollo de la industria china de semiconductores es un ejemplo de ello, ya que la preocupación del gobierno por la dependencia de las importaciones ha inyectado billones de renminbi en proyectos estatales para desarrollar sustitutos nacionales, pero con escasos resultados. Aun así, la avalancha de recursos que afluye al sector debería suponer, en el segmento de gama baja, autosuficiencia y precios más bajos”.