China: Los máximos dirigentes presentan Visión 2035; pretenden alcanzar el estatus de “economía moderadamente desarrollada
China se convertirá en una economía moderadamente desarrollada en 2035. Esta es la conclusión de la quinta sesión plenaria del XIX Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) -una reunión de cuatro días que se celebró en Pekín y concluyó el 29 de octubre-, en la que se ultimó el anteproyecto del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y se dio a conocer el programa de desarrollo “Visión 2035”. Aunque el documento final se aprobará en la Asamblea Popular Nacional (APN) de marzo de 2021, con políticas concretas aún por concretar, la orientación general de las propuestas no diferirá sustancialmente del anteproyecto redactado por el PCCh, dado el papel esencialmente ceremonial de la APN. El documento se centra en las nuevas tecnologías y el fortalecimiento de la demanda interna, y aunque no establece objetivos concretos de crecimiento, esboza una agenda ambiciosa. Dicho esto, la aplicación de las políticas será fundamental, al igual que abordar problemas estructurales clave como el exceso de capacidad industrial, la mala asignación del capital y las distorsiones del mercado laboral.
La declaración política hace hincapié en la estrategia de “doble circulación”, que pretende reducir la dependencia de China de los mercados exteriores y la tecnología. La idea principal es reforzar las cadenas de suministro y modernizar la base industrial mediante la innovación tecnológica. La llamada “nueva economía” ha crecido constantemente por encima de la media del PIB en los últimos años y ya representaba alrededor del 15% del PIB total en 2019. Por lo tanto, las nuevas tecnologías parecen estar listas para encabezar el crecimiento en los próximos años. Otro factor clave es el fortalecimiento de la demanda interna, aunque el borrador del documento no entra en detalles específicos sobre cómo lograrlo. Es importante destacar que este año, el anteproyecto no incluye un objetivo de crecimiento ni para el próximo plan quinquenal ni para alcanzar la agenda Visión 2035. Esto podría reflejar un enfoque más flexible por parte de los dirigentes y una mayor atención a otros parámetros, como el empleo y la calidad del crecimiento, en lugar del crecimiento global del PIB. De hecho, el único objetivo es la vaga afirmación de que el PIB per cápita alcance el nivel de las economías moderadamente desarrolladas en 2035. A pesar de la sólida trayectoria de China en el cumplimiento de objetivos sociales y económicos, algunos panelistas consideran optimista el objetivo de catapultar la economía a ese nivel de desarrollo en 15 años. Ting Lu, Lisheng Wang y Jing Wang, economistas de Nomura, sostienen que: “Algunas provincias de China, sobre todo las situadas a lo largo del delta del río Yangtsé y del delta del río Perla, deberían poder alcanzar fácilmente el estatus de MDE en 2035, pero asignamos una probabilidad mucho menor a las provincias más pobres”.” Dicho esto, los analistas de Standard Chartered parecen más optimistas: “Esperamos que el crecimiento de China se sitúe en una media del 5,5-6,0% entre 2021-25, en torno al 5% entre 2026-30 y alrededor del 4,5% entre 2031-35, lo que permitiría a China duplicar su PIB en términos reales en 15 años y superar el umbral de ‘país de renta alta’ en cinco años.”