Egipto: Las condiciones del sector privado no petrolero se deterioran a mayor ritmo en enero
El índice global de gestores de compras (PMI) de S&P, que mide la actividad empresarial en el sector privado no petrolero, cayó a 45,5 en enero, frente a los 47,2 de diciembre. De este modo, el índice se situó aún más por debajo del umbral de 50,0 sin cambios, en el que ha estado estancado durante los últimos 26 meses. La lectura indica un mayor deterioro de las condiciones de funcionamiento del sector privado con respecto al mes anterior.
El descenso de enero se debió a que los nuevos pedidos se contrajeron a un ritmo más rápido. La continua intensificación de las presiones sobre los precios ha limitado aún más los presupuestos de los clientes, frenando las ventas nacionales, mientras que las ventas al extranjero han caído a un ritmo más pronunciado desde septiembre. La debilidad de la demanda, unida a las restricciones a la importación, limitó la actividad y, en consecuencia, se redujeron los niveles de producción. Volviendo a los precios, el fuerte debilitamiento de la libra egipcia frente al dólar estadounidense siguió impulsando la inflación; la inflación de los precios de compra se disparó a su nivel más alto desde julio de 2018 en enero. En consecuencia, los precios de producción aumentaron al ritmo más rápido en casi seis años. Al evaluar el impacto de la evolución reciente de los precios en la demanda y la actividad, el sentimiento de las empresas con respecto a las expectativas de producción en los próximos 12 meses se deterioró hasta el tercer nivel más bajo en la historia de la serie -que comenzó en abril de 2012-. Como consecuencia de todos estos factores, en enero se redujeron las plantillas. No obstante, los costes de personal aumentaron, ya que las empresas incrementaron los salarios para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores frente a la inflación.