Filipinas: Marcos Jr. contra Robredo: Los economistas prefieren a Robredo a pesar de la ventaja de Marcos Jr. en las encuestas, pero es probable que haya generosidad fiscal independientemente del ganador
Las elecciones generales filipinas se celebrarán el 9 de mayo. Todas las miradas estarán puestas en la contienda presidencial, que se ha convertido en una carrera de dos caballos entre “Bongbong” Marcos Jr., hijo del difunto dictador Ferdinand Marcos, y la vicepresidenta Leni Robredo. La considerable ventaja de Marcos Jr. en los sondeos de opinión se ha reducido ligeramente en las últimas semanas. En Filipinas, las elecciones suelen decidirse en función del carisma y la personalidad de los candidatos, más que de sus plataformas económicas, y es poco probable que el sólido marco de política macroeconómica del país cambie drásticamente, gane quien gane. Dicho esto, las elecciones ya están teniendo un impacto macroeconómico. Persiste la incertidumbre sobre las políticas exactas de los candidatos, lo que probablemente frena la inversión. En una reciente encuesta de Bloomberg, la mayoría de los economistas preferían un gobierno de Robredo, dado el pobre historial de Marcos Jr. durante sus seis años como senador. Además, la prohibición del gasto preelectoral frenará aún más la demanda. Quizá el aspecto más destacado de la plataforma de política económica de Marcos Jr. sea su falta de claridad. El candidato se ha negado a celebrar los tradicionales debates preelectorales y ha participado en pocas entrevistas. El sitio web de su candidatura no contiene una descripción clara de sus promesas políticas. Casi el 70% de las leyes que presentó en el Senado estaban relacionadas con festivales y días festivos, el cambio de nombre de carreteras y la redefinición de fronteras de provincias y ciudades, según el New York Times. Esto sugiere la posibilidad de una gobernanza mediocre si es elegido y podría alimentar la incertidumbre de los inversores, frenando la inversión privada.
Dicho esto, es probable que continúe, en líneas generales, las políticas del actual presidente Rodrigo Duterte, lo que ofrece cierta claridad para el mercado en el futuro. Sara Duterte -hija del actual presidente- se presenta a la vicepresidencia como compañera de fórmula de Marcos hijo. Además, Marcos Jr. apoya el programa de infraestructuras de Duterte “Construir, construir, construir”, al que este año se han destinado 23.000 millones de dólares -alrededor del 5% del PIB-, lo que garantiza una fuerte actividad de inversión pública y construcción. En una entrevista reciente, Marcos Jr. pareció restar importancia al nivel de deuda pública del país, sugiriendo que la política fiscal general seguirá siendo expansionista. Si bien esto impulsaría la actividad económica, un fracaso en la consolidación del elevado déficit presupuestario actual aumentaría la presión sobre la balanza exterior y la moneda, además de amenazar una posible calificación de la deuda soberana por parte de Fitch Ratings, dada la actual perspectiva negativa de la agencia. Mientras tanto, la plataforma política de Leni Robredo -que como vicepresidenta puso en marcha un importante programa de lucha contra la pobreza y gestionó parte de la respuesta del gobierno a Covid-19- contiene muchos más detalles. Algunas de las políticas clave de Robredo son la lucha contra la corrupción, la reducción de la burocracia y el refuerzo del organismo antimonopolio para mejorar la competencia en el mercado y la facilidad para hacer negocios. Sus promesas también incluyen impulsar la inversión en la adaptación al cambio climático y en empresas de alta tecnología -lo que sugiere una agenda con visión de futuro-, además de reforzar el sistema de seguro de desempleo. Al igual que Marcos Jr., apoya el programa “Construir, construir, construir” y ha restado importancia al nivel de deuda pública en varios comentarios a los medios de comunicación. Esto sugiere que una presidencia de Robredo sería similar a la de Marcos Jr. en la medida en que es probable que continúe la generosidad fiscal, con el riesgo de una rebaja de la calificación de la deuda. Sin embargo, con Robredo, es probable que los fondos se destinen mejor, dada la mayor experiencia política de la candidata y sus detalladas propuestas políticas favorables al mercado, que augurarían un futuro más positivo para la inversión y el crecimiento de la productividad.
Sobre la probable continuación de las actuales políticas macroeconómicas del presidente Duterte, Fitch Ratings dijo: “Las elecciones presidenciales previstas para mayo de 2022 […] crean incertidumbre en torno a la estrategia fiscal y económica postelectoral, aunque suponemos que se mantendrá una amplia continuidad política dado el historial de Filipinas de un marco político generalmente sólido” Mientras tanto, Euben Paracuelles y Rangga Cipta, de Nomura, señalan la posibilidad de una rebaja de la calificación de la deuda soberana tras las elecciones: “Sobre las elecciones, las últimas encuestas de opinión creíbles siguen mostrando una amplia ventaja para Marcos Jr, que nos parece menos favorable al mercado que la vicepresidenta Robredo. Fitch mantuvo su perspectiva negativa, y seguimos creyendo que es probable que aumente la probabilidad de una rebaja de la calificación a finales de este año, debido a una incierta senda de consolidación fiscal a medio plazo.” Autor: Matthew Cunningham, Economista Junior