Finlandia: La economía registra en el segundo trimestre la mayor contracción en más de una década
El PIB cayó un 4,5% en términos intertrimestrales desestacionalizados en el segundo trimestre, empeorando la contracción del 1,9% del primer trimestre y marcando el tercer trimestre consecutivo de contracción de la actividad económica. La contracción fue el peor resultado intertrimestral del país desde el primer trimestre de 2009, ya que la economía sufrió de lleno los efectos de la pandemia de coronavirus.
A nivel nacional, el consumo privado se hundió un 6,9% en el segundo trimestre, tras disminuir un 1,5% en el primero, en medio del distanciamiento social y las medidas de contención. Por otra parte, el consumo público bajó un 0,9% en el segundo trimestre, frente al aumento del 0,7% del primer trimestre. La inversión fija disminuyó un 0,6% en términos intertrimestrales desestacionalizados, en contraste con el aumento del 0,3% registrado en el 1er trimestre. El sector exterior se vio duramente afectado por las perturbaciones del comercio mundial y la depresión de la demanda. Las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron a un ritmo más rápido del 8,7% en el segundo trimestre, tras la caída del 7,0% del primer trimestre, marcando la mayor contracción desde el primer trimestre de 2010. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios se contrajeron a un ritmo mucho mayor, del 9,8% en el segundo trimestre (-1,6% intertrimestral en el primer trimestre).
Sobre una base anual, la economía se desplomó un 6,4% en el 2T, tras la contracción del 1,3% del 1T y marcando el peor resultado desde el 4T de 2009.
Se espera que la economía se contraiga notablemente este año, debido a las interrupciones del comercio y a la deprimida demanda interna resultante de la pandemia. Se prevé que el consumo privado se mantenga limitado a lo largo del año, ya que la confianza de los consumidores sigue siendo frágil. Mientras tanto, la inversión fija también se mantendrá en pausa debido a la incertidumbre económica y a unas previsiones pesimistas. La incertidumbre tanto sobre la evolución de Covid-19 como sobre la recuperación de los principales socios comerciales y mercados empaña las perspectivas económicas.