Ghana: El crecimiento económico se ralentiza en el primer trimestre, el más bajo en cuatro años
La economía perdió tracción en el primer trimestre de este año como consecuencia de las secuelas de Covid-19, con una desaceleración del crecimiento del PIB del 7,9% interanual en el cuarto trimestre de 2019 a un mínimo de casi cuatro años del 4,9%. Mientras tanto, la economía creció un 1,2% con respecto al trimestre anterior sobre una base ajustada estacionalmente, por debajo del máximo de más de dos años del 1,9% en el trimestre anterior. La desaceleración del crecimiento anual fue impulsada principalmente por expansiones marcadamente más suaves en los sectores agrícola e industrial, con un crecimiento que se redujo al 2,8% interanual (cuarto trimestre: +6,8% interanual) y al 1,5% interanual (cuarto trimestre: +5,4% interanual), respectivamente. El sector agrícola se vio lastrado por la contracción de la actividad en el subsector de la silvicultura y la explotación forestal, mientras que la plaga de langosta probablemente perjudicó a la producción de alimentos, un producto de exportación clave. La actividad en el sector industrial se vio lastrada por el debilitamiento de la construcción, mientras que el crecimiento de la producción manufacturera y de las minas y canteras disminuyó debido a las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno desde mediados de marzo para contener la propagación del Covid-19, y a la escasa demanda mundial de petróleo. La actividad se debilitó menos en el sector de los servicios, que siguió siendo el principal motor del crecimiento en el primer trimestre, pasando del 11,0% en el cuarto trimestre al 9,5% en el primero.
De cara al futuro, se espera que la economía se desacelere notablemente este año debido a la debilidad de la demanda exterior de petróleo y a los bajos precios de este producto, así como a la moderación de la demanda interna debido a las medidas locales de contención y a la pérdida de puestos de trabajo. La vulnerabilidad del sector exterior y de las finanzas públicas ante la volatilidad de los precios de las materias primas y un posible brote vírico prolongado ensombrecen aún más las perspectivas.