Ghana: El crecimiento económico se ralentiza en el cuarto trimestre, el más bajo en un año
La economía ghanesa pisó el freno en los tres últimos meses de 2024, con un crecimiento del PIB que se redujo a la mitad, hasta el 3,6%, desde el aumento del 7,2% de los tres meses anteriores. En consecuencia, la economía se expandió un 5,7% en general en 2024 (2023: +3,1%), la mejor lectura desde 2019. Sobre una base intertrimestral desestacionalizada, el crecimiento económico se moderó al 0,9% en el cuarto trimestre desde el crecimiento del 1,7% del período anterior. Tanto el aumento anual como el trimestral fueron los más suaves desde el tercer trimestre de 2023.
La desaceleración anual reflejó principalmente la moderación del crecimiento de la inversión total y de las exportaciones.
A nivel nacional, el crecimiento de la inversión total se redujo a menos de la mitad, hasta el 10,8%, en el cuarto trimestre, tras un aumento del 21,9% en el trimestre anterior. Del mismo modo, el crecimiento del gasto público se desaceleró hasta el 2,3% en el cuarto trimestre (3T: +3,4% interanual). Más positivamente, el crecimiento del gasto de los hogares se aceleró hasta el 3,9% en el último trimestre de 2024, por encima de la expansión del 3,5% del tercer trimestre. En cuanto al sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 2,7% anual en el último trimestre, por debajo de la expansión del 14,7% del tercer trimestre; dicho esto, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se ralentizó hasta el 7,0% en el cuarto trimestre (tercer trimestre: +3,4% interanual).En cuanto a los datos sectoriales, la ralentización de la economía se debió a la casi interrupción del crecimiento del sector industrial y a la contracción de la producción de cacao por sexto trimestre consecutivo; esta última se debió a las condiciones meteorológicas desfavorables, las enfermedades de los cultivos y el contrabando de grano.
Tras unos resultados sorprendentemente sólidos en 2024, se prevé que la economía crezca a un ritmo más suave en 2025, antes de cobrar impulso hasta 2028. En 2025, la desaceleración debería ser generalizada. La inflación por encima del objetivo probablemente frenará el crecimiento del consumo privado a medida que disminuya el ahorro, y el gasto público debería desacelerarse debido a la consolidación fiscal. No obstante, los acuerdos de reestructuración de la deuda concluidos recientemente, la aplicación de reformas económicas y la afluencia de fondos del FMI reforzarán los fundamentos económicos en el futuro. Los fenómenos meteorológicos extremos y la agitación prolongada en las importantísimas industrias del cacao y el oro plantean riesgos a la baja.