Guatemala: El crecimiento económico se acelera notablemente en el segundo trimestre
La economía creció un 15,1% interanual en el segundo trimestre, una cifra notablemente superior al 4,5% del primer trimestre. La lectura, que marcó la tasa de crecimiento más fuerte desde al menos 2014, cuando se iniciaron los registros actuales, se produjo gracias al aumento vertiginoso de la demanda interna. En el frente interno, el consumo de los hogares aumentó un 15,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Esto marcó una notable aceleración desde el aumento del 5,8% del primer trimestre y se produjo a pesar de las persistentes restricciones de Covid-19, con un crecimiento saludable de las remesas en medio de un vasto estímulo fiscal y un mercado laboral más estricto en los EE.UU. probablemente apoyando el gasto. Por otra parte, el crecimiento de los gastos de capital se triplicó con creces hasta el 15,3% en el segundo trimestre, frente al 5,0% del primero, probablemente impulsado por la mejora de las perspectivas de la demanda y la producción en el periodo. Por su parte, el consumo público pasó de una contracción del 1,2% en el primer trimestre a una expansión del 14,5% en el segundo. En el frente exterior, el comercio exterior lastró la lectura global. Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 25,7% en el segundo trimestre, frente al 3,1% del primero. Sin embargo, las importaciones de bienes y servicios aumentaron un 43,9% en el segundo trimestre, frente al 9,8% del primero, lo que pone de manifiesto la recuperación de la demanda interna. Con todo, el sector exterior restó 8,8 puntos porcentuales al PIB en el segundo trimestre, empeorando respecto a la deducción de 2,6 puntos porcentuales del primer trimestre.
Se prevé que la economía crezca a un ritmo más suave en el segundo semestre de este año, aunque ello se deberá en parte a un efecto de base menos favorable, y el crecimiento de las remesas debería seguir apoyando el consumo privado. El próximo año, se espera que el crecimiento económico se enfríe a medida que el efecto de base se desvanezca aún más, pero el levantamiento de las medidas restrictivas dentro y fuera del país debería sostener la demanda interna y externa. El 3 de septiembre, el Gobierno presentó el proyecto de presupuesto para 2022, en el que se prevé una reducción del gasto en comparación con este año debido a la desaparición de las medidas de alivio fiscal. No obstante, el presupuesto pretende reforzar los sectores de la sanidad y la educación, así como la seguridad. El Congreso tiene hasta el 30 de noviembre para aprobar el plan, aunque no se espera que el proceso sea fácil, ya que la historia reciente muestra las dificultades de aprobar un presupuesto contractivo en medio de la oposición del público. Los analistas de Fitch Solutions siguen siendo escépticos en cuanto a la capacidad del gobierno para reducir el gasto, y añaden: “El gobierno presentó un presupuesto para 2022 que reduciría los gastos en un 3,3% en comparación con el presupuesto operativo actual. Sin embargo, prevemos que la presión política pública probablemente impida al Gobierno contener el gasto”. En noviembre de 2020, el país experimentó sus mayores protestas en años, en medio de una reacción general contra los recortes de gastos propuestos en el presupuesto de 2021. El presidente Alejandro Giammattei retiró el presupuesto de 2021, mientras que el de 2020, que incluía gastos de emergencia debido a la pandemia, siguió en vigor. […] Esperamos que la presión pública se traduzca probablemente en un aumento del gasto en el presupuesto final en comparación con la propuesta inicial.”