Hungría: La economía registra en el tercer trimestre la mayor contracción desde el segundo trimestre de 2023
Una segunda publicación confirmó que la economía cayó en picado en el tercer trimestre: el PIB se contrajo un 0,8% interanual, por debajo de la expansión del 1,5% registrada en el segundo trimestre. La caída del tercer trimestre fue la peor en más de un año. En términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB disminuyó un 0,7% en el tercer trimestre (-0,2% intertrimestral en el segundo trimestre), lo que supone la mayor caída desde el cuarto trimestre de 2022.
En el ámbito nacional, el crecimiento del gasto de los hogares aumentó al 4,5% interanual en el tercer trimestre (2T: +4,2% interanual), lo que supuso el mejor resultado desde el 2T de 2022. Por otra parte, el consumo público disminuyó a un ritmo más suave del 1,4% en el tercer trimestre (2T: -2,5% interanual). Por último, la inversión fija se contrajo a un ritmo más lento del 14,0% en el tercer trimestre, tras la contracción del 15,3% registrada en el trimestre anterior.
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron a un ritmo más lento del 1,9% interanual en el tercer trimestre (2T: -2,1% interanual), lo que supuso la mejor lectura desde el 3T de 2023. Por otra parte, las importaciones de bienes y servicios disminuyeron a un ritmo más suave del 0,9% en el tercer trimestre (2T: -3,4% interanual), marcando la mejor lectura desde el 1T 2023. Mientras tanto, en lo que respecta a la producción, la disminución del crecimiento anual del PIB en el tercer trimestre se debió al deterioro de los sectores agrícola, industrial, de la construcción y de los servicios.
De cara al futuro, nuestros panelistas prevén que la economía repunte en términos anuales en el cuarto trimestre y siga acelerándose hasta finales de 2025. Como resultado, el crecimiento del PIB para todo el año que viene será más de dos veces superior al previsto para 2024, gracias al repunte del gasto público, la inversión fija y las exportaciones. La recuperación del consumo de los hogares seguirá impulsando el crecimiento. Los riesgos a la baja se derivan de una actividad de la UE más débil de lo previsto a la luz de un posible aumento del proteccionismo estadounidense bajo la presidencia electa de Trump, junto con un bloqueo prolongado de los desembolsos de fondos de la UE.
Peter Virovacz y Kinga Havasi, de ING, comentaron: “De cara al futuro, es ciertamente alentador que el consumo siga creciendo a buen ritmo. Sin embargo, el nuevo descenso de la confianza de los consumidores puede indicar que este impulso positivo podría romperse. La reactivación de la actividad inversora puede estar aún lejos, dada la lenta recuperación de la cartera de pedidos, la todavía frágil situación fiscal y el deterioro de la confianza empresarial. Los nuevos programas gubernamentales pueden aportar algún cambio al panorama general, pero en ausencia de una actividad impulsada por el mercado, esto por sí solo no será suficiente para provocar un cambio drástico en la inversión.”