Hungría: El PIB entra en contracción en el tercer trimestre
Según una estimación preliminar, la economía se tambaleó en el tercer trimestre: el PIB cayó un 0,8% interanual, lo que contrasta con la expansión del 1,5% registrada en el segundo trimestre y supone el peor resultado desde el segundo trimestre de 2023. El deterioro sorprendió a los mercados a la baja. Sobre una base intertrimestral desestacionalizada, la actividad económica cayó un 0,7% en el 3T, deteriorándose respecto al descenso del 0,2% del trimestre anterior y marcando la segunda recesión técnica en tres años.
En cuanto a la producción, los datos preliminares sugieren que el descenso anual se debió a los débiles resultados de los sectores agrario, industrial y de la construcción, que restaron unos 2 puntos porcentuales al resultado global. Por su parte, el sector de los servicios evitó un deterioro más acusado, pero siguió por debajo de las expectativas del mercado.
Por el lado del gasto, la inversión fue probablemente débil en el trimestre, el crecimiento del gasto privado probablemente se ralentizó y el gasto público restó potencialmente al crecimiento global. Por su parte, la persistente debilidad de las exportaciones sugiere que las exportaciones netas sufrieron en el 3er trimestre. Está previsto publicar un desglose detallado el 3 de diciembre.
De cara al futuro, el PIB está a punto de repuntar en el cuarto trimestre, pero probablemente no será suficiente para compensar los mediocres resultados económicos observados en los nueve primeros meses del año, lo que aumenta los riesgos de revisión a la baja de nuestra proyección actual para 2024. El crecimiento del PIB también incumplirá ampliamente el objetivo de crecimiento del Gobierno debido a las contracciones previstas del gasto público y de las exportaciones, así como a una caída más pronunciada de la inversión fija. En 2025, el impulso debería acelerarse a medida que se acelere la demanda interna y se recuperen las exportaciones. No obstante, los signos de debilidad persistente en el gasto de los hogares y la inversión invitan a la cautela. Otros riesgos a la baja se derivan de una demanda de la UE inferior a la prevista, el aumento de los aranceles estadounidenses y posibles retrasos en la entrada de fondos de la UE.
Peter Virovacz y Kinga Havasi, de ING, comentaron las perspectivas: “En términos de crecimiento del PIB para el conjunto del año, la cifra del tercer trimestre ha cambiado radicalmente las perspectivas. Basándonos únicamente en los nuevos datos, ya no deberíamos hablar de un crecimiento del PIB del 1,5% (último objetivo oficial del Gobierno), sino más bien de un 0,5%. […] Además, los resultados cada vez más débiles de la economía húngara desde principios de año también pesan sobre las perspectivas de crecimiento para el próximo año, debido al llamado efecto de arrastre. […] En otras palabras, parece que puede ser necesario otro paquete de estímulo para alcanzar el extremo inferior de la horquilla de crecimiento bastante amplia (3-6%) fijada por el Gobierno para el próximo año.”