India: La economía registra en el segundo trimestre el repunte más rápido desde el segundo trimestre de 2021
El crecimiento del PIB se aceleró hasta el 13,5% interanual en el segundo trimestre, desde el 4,1% del primer trimestre. La lectura del segundo trimestre marcó el mejor resultado desde el segundo trimestre de 2021. Sin embargo, el resultado fue inferior a las expectativas del mercado y se vio inflado por un efecto de base. El crecimiento del gasto de los hogares mejoró hasta el 25,9% interanual en el segundo trimestre, frente a una expansión del 1,8% en el primero. Por su parte, el crecimiento de la inversión fija mejoró hasta el 20,1% en el segundo trimestre, frente al aumento del 5,1% registrado en el trimestre anterior. El crecimiento del gasto público fue el más lento desde el 1T 2022, con una expansión del 1,3% (1T: +4,8% interanual).
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 14,7% anual en el segundo trimestre, por debajo de la expansión del 16,9% del primer trimestre. Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios aumentaron un 37,2% en el segundo trimestre (+18,0% interanual en el primer trimestre).
Los datos del segundo trimestre sugieren que la economía sigue recuperándose de la pandemia del virus Covid-19, y sientan las bases para una tasa de crecimiento superior a la media anterior a la pandemia en el presente ejercicio. Sin embargo, la lectura se vio halagada por un efecto base. En comparación con el mismo trimestre de 2019 -antes de la crisis del Covid-19-, el PIB solo subió un 3,8% en el segundo trimestre, frente al 6,7% del primero.
Los analistas de Nomura esperan que el PIB se desacelere secuencialmente en el 3T: “En primer lugar, la recuperación impulsada por la reapertura [Covid-19] está casi completa y es poco probable que se mantenga durante mucho tiempo […]. En segundo lugar, es probable que el deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial se extienda a la India. […] En tercer lugar, la elevada inflación podría afectar negativamente a los ingresos reales y pesar sobre el consumo rural, donde las reservas de ahorro son menores. Y, por último, aunque las condiciones financieras nacionales no son restrictivas, se han vuelto menos acomodaticias, por lo que deberían moderar el ritmo de crecimiento en los sectores sensibles a los tipos de interés.”