Indonesia: El crecimiento del PIB se ralentiza, pero sigue siendo sólido en el cuarto trimestre
La economía creció a un ritmo más suave en el cuarto trimestre de 2022, con un crecimiento anual del PIB del 5,0% (3T: +5,7% interanual). La lectura del cuarto trimestre se situó ligeramente por encima de las expectativas del mercado, y la desaceleración se debió al debilitamiento de la demanda interna.
El crecimiento del gasto de los hogares se redujo al 4,5% interanual en el cuarto trimestre, frente al 5,4% del tercer trimestre, ya que la elevada inflación afectó a los bolsillos de los consumidores. Por otra parte, el crecimiento de la inversión fija se ralentizó hasta el 3,3% en el cuarto trimestre, desde la expansión del 5,0% registrada en el trimestre anterior, en un contexto de tipos de interés más altos. Por otra parte, el gasto público se contrajo a un fuerte ritmo del 4,8% en el cuarto trimestre (-2,6% interanual en el tercer trimestre), ya que el Gobierno siguió apretando las tuercas debido a la vuelta al límite del 3,0% de déficit fiscal este año.
En el frente exterior, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios se desaceleró hasta el 14,9% interanual en el cuarto trimestre (3T: +19,4% interanual) en un entorno económico mundial menos favorable. Mientras tanto, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se ralentizó hasta el 6,3% en el cuarto trimestre (3T: +25,4% interanual) debido al enfriamiento de la demanda interna.
En términos intertrimestrales, el PIB creció un 0,4% en el cuarto trimestre, por debajo del 1,8% del tercer trimestre.
Nicholas Mapa, economista sénior de ING, comentó: “Podemos esperar que las exportaciones y el sector manufacturero se enfrenten a vientos en contra en 2023, y que la economía tenga que depender en mayor medida del consumo de los hogares para crecer. Por su parte, Enrico Tanuwidjaja, economista de UOB, comentó: “Es probable que el impulso de crecimiento de Indonesia se ralentice en medio de expectativas y combinaciones de moderación de los ingresos procedentes de las materias primas a medida que los precios mundiales se reduzcan (algunos de forma notable) y el impacto inflacionista de la subida de los precios de los combustibles y los alimentos, que puede lastrar dos importantes motores de crecimiento el año pasado: las exportaciones netas y el consumo de los hogares. Prevemos que el crecimiento del PIB en 2023 se sitúe en torno al 5%, aún dentro de la horquilla oficial del 4,5-5,3%”.