Irlanda: Toma de posesión de la histórica coalición tripartita; la política se centra en la recuperación económica
El 27 de junio, Micheál Martin, del centrista Fianna Fáil, fue elegido nuevo Primer Ministro de Irlanda y jefe de un histórico gobierno de coalición tripartito formado por Fine Gael, rival desde hace tiempo, y el Partido Verde. Las elecciones de febrero, en las que ningún partido logró la mayoría y el nacionalista de izquierdas Sinn Féin se impuso en las urnas, no fueron concluyentes. La agenda política de la nueva coalición se centrará en guiar la recuperación económica tras la crisis sanitaria de Covid-19. Tras unas prolongadas negociaciones, que se vieron retrasadas por el bloqueo provocado por el coronavirus, los miembros de los tres partidos respaldaron finalmente un acuerdo de gobierno el 26 de junio. Desde la fundación del Estado irlandés en 1922, todos los gobiernos han estado dirigidos por Fianna Fáil o Fine Gael; sin embargo, nunca han gobernado juntos. En el nuevo acuerdo, Martin será primer ministro hasta diciembre de 2022, tras lo cual devolverá el cargo a su predecesor Leo Varadkar, líder del Fine Gael, que hasta entonces ejercerá de viceprimer ministro. El líder del Partido Verde, Eamon Ryan, será ministro de Transporte, Energía y Acción por el Clima.
La nueva coalición entra en funciones mientras el país lidia con las secuelas de la pandemia del Covid-19. Aunque la economía se comportó relativamente bien en el primer trimestre en comparación con sus homólogas europeas, con un crecimiento del 1,2% intertrimestral, se prevé que sufra en el segundo por el desmoronamiento de la demanda interna y el elevado desempleo. A medida que el país suaviza las medidas de bloqueo, el programa del Gobierno incluye un nuevo paquete de estímulo que se presentará a principios de julio, como parte de los esfuerzos para reactivar la actividad interna, al tiempo que se centra en conseguir que la gente vuelva a trabajar y crear nuevas oportunidades de empleo. El paquete girará en torno a un fondo de recuperación, disponible de 2020 a 2022, dirigido al desarrollo de infraestructuras, la recualificación y el reciclaje de los trabajadores y la facilitación del acceso de las empresas al crédito y al capital.
Las partes también han prometido desvelar un plan económico a medio plazo junto con el presupuesto de 2021 en octubre, con el objetivo de reducir el déficit fiscal y establecer una senda para volver al equilibrio presupuestario. En cuanto a los impuestos, han acordado no subir los impuestos sobre la renta en el presupuesto de 2021 debido a la crisis del coronavirus. En su lugar, para cerrar el déficit, se centrarán en aumentar los impuestos relacionados con comportamientos con externalidades negativas, como los impuestos sobre el carbono, el azúcar y los plásticos. Mientras tanto, el tipo del impuesto de sociedades del 12,5% se mantendrá sin cambios, lo que debería seguir atrayendo a las multinacionales y apoyar así tanto el mercado laboral como la actividad económica. Los partidos también señalaron que la política del Brexit de mantener una estrecha relación comercial con el Reino Unido tras su salida de la UE no cambiaría y afirmaron que mantener una frontera abierta con Irlanda del Norte será una prioridad clave.
En conjunto, la política del nuevo Gobierno se centrará en gran medida en reactivar la economía tras las secuelas de la pandemia de coronavirus y los bloqueos relacionados. Aunque las medidas fiscales y de fomento de la liquidez deberían servir de amortiguador, el PIB se contraerá este año, ya que un entorno comercial mundial paralizado deprime el sector exterior, mientras que las medidas de contención en el interior suprimen la demanda interna.