Japón: El Gobierno japonés presenta en noviembre un presupuesto suplementario de 29,1 billones de yenes (200.000 millones de dólares)
El 8 de noviembre, el Gobierno japonés presentó un presupuesto suplementario de 29,1 billones de yenes (200.000 millones de dólares), que representa alrededor del 5% del PIB y del que alrededor del 25% se destinará a proteger a las empresas y los hogares de la subida de la inflación mediante subvenciones a la electricidad y los combustibles, y medidas para impulsar los salarios.
Otros fondos se destinarán a iniciativas para impulsar la igualdad de la riqueza, la resistencia a las catástrofes y la seguridad nacional. Impacto en la inflación: El Gobierno japonés ha afirmado que el presupuesto reducirá la inflación en 1,2 puntos porcentuales entre enero y septiembre del año que viene. Se trataría de una cantidad significativa teniendo en cuenta que se prevé que la inflación de Japón se sitúe por término medio por debajo del 2% en ese periodo. Sin embargo, esta estimación puede ser excesiva, ya que todos los hogares se beneficiarán de las subvenciones independientemente de su nivel de ingresos, lo que probablemente avivará la demanda interna y, por tanto, las presiones sobre los precios en las zonas no cubiertas por las subvenciones. Impacto en el crecimiento económico: El presupuesto debería impulsar el crecimiento económico a través de un mayor gasto privado y público. Dicho esto, es difícil evaluar el efecto exacto del presupuesto sobre el crecimiento económico, ya que el gobierno japonés y el Banco de Japón han dado estimaciones muy diferentes sobre el tamaño de la brecha de producción, es decir, la diferencia entre el PIB real y el potencial. Si la brecha de producción resulta ser pequeña, el efecto del presupuesto sobre el crecimiento podría ser más limitado al encontrarse la economía con limitaciones de oferta. Además, mucho dependerá de si los consumidores deciden gastar o ahorrar las ganancias fiscales inesperadas que proporcionan las subvenciones. Impacto en la política monetaria: La mayor parte del presupuesto se financiará mediante la emisión de bonos. En consecuencia, el presupuesto hace aún más seguro que el Banco de Japón persistirá en su política monetaria ultraacomodaticia para mantener bajos los costes del endeudamiento público. Impacto sobre la estabilidad financiera: La caída de la Primera Ministra del Reino Unido, Liz Truss, sugirió que el gasto público no financiado es peligroso cuando un país tiene una gran pila de deuda con débiles perspectivas de crecimiento, una descripción que se ajusta bien a Japón. No obstante, los rendimientos de los bonos japoneses a largo plazo apenas se han movido desde que se anunció el presupuesto. La economía japonesa es más estable que la del Reino Unido y la inflación es más baja, lo que ejerce menos presión sobre los rendimientos a largo plazo. Además, es probable que el Banco de Japón, que posee casi la mitad de la deuda pública en circulación, intervenga en caso de que los tipos suban significativamente.
Los analistas de la EIU comentaron las perspectivas de consolidación fiscal: “Según el presupuesto extra, sólo 4,7 billones de yenes del gasto fiscal adicional procederán de los fondos de reserva del gobierno, y 22,85 billones se financiarán con la emisión de nuevos bonos del Estado. En opinión de los analistas de Nomura: “Dadas las condiciones actuales, el gobierno probablemente no necesite utilizar medidas económicas a gran escala para estimular la economía. En lugar de tal estímulo económico, las medidas para contrarrestar la subida de precios deberían aplicarse a reforzar la red de seguridad de apoyo a los hogares de renta baja y a las microempresas, que se están viendo especialmente afectadas por la subida de precios.”