Japón: El crecimiento del PIB se desacelera menos de lo previsto en el 3er trimestre
El crecimiento del PIB se moderó al 0,9% en tasa anualizada desestacionalizada (SAAR) en el tercer trimestre, desde el 2,2% del segundo. La ralentización se había anticipado tras las perturbaciones provocadas por las condiciones meteorológicas extremas de agosto, pero fue menos brusca de lo esperado por el mercado, lo que impulsó la posibilidad de una subida de tipos en la próxima reunión del Banco de Japón de los días 18 y 19 de diciembre. En términos anuales, la actividad económica se recuperó, aumentando un 0,3% en el tercer trimestre, lo que contrasta con el descenso del 1,1% del periodo anterior y marca el mejor resultado desde el cuarto trimestre de 2023.
La ralentización se debió a un descenso más acusado de las exportaciones netas, ya que la debilidad del yen infló el valor de las importaciones. El crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios disminuyó al 1,5% en el tercer trimestre (2T: +10,7% SAAR), eclipsado por el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios, que se mantuvo elevado a pesar de disminuir al 8,5% en el tercer trimestre (2T: +12,2% SAAR). Por otra parte, el consumo privado mejoró hasta el 3,6% SAAR en el tercer trimestre, lo que supuso la mejor lectura desde el segundo trimestre de 2022 (2T: +2,6% SAAR) y se debió probablemente a un recorte temporal de impuestos introducido a principios de año. Mientras tanto, el gasto público se aceleró hasta una expansión del 2,0% en el tercer trimestre (2T: +0,3% SAAR).
Tras repuntar en el cuarto trimestre de 2024, nuestros panelistas prevén una desaceleración del crecimiento del PIB, que caerá por debajo del 1% a lo largo de 2025 y se situará por detrás de la zona euro y Estados Unidos. Al haberse agotado en gran medida el crecimiento recuperatorio de la pandemia, la inflación persistentemente alta empezará a mermar el poder adquisitivo de los hogares y, por tanto, el gasto de los consumidores. También se prevé una ralentización del crecimiento de la inversión fija y de las exportaciones, lo que frenará aún más el impulso. Dicho esto, el crecimiento en el conjunto de 2025 debería mejorar significativamente respecto a la media prevista para 2024. Según el Banco de Japón, los riesgos para las perspectivas están equilibrados, aunque los riesgos a la baja han aumentado en las últimas semanas, con la próxima presidencia de Donald Trump en EE.UU. amenazando con aranceles más altos y ejerciendo una mayor presión sobre el yen, aumentando a su vez la inflación y la factura de importación.
Los analistas de Fitch Solutions añadieron sobre los riesgos para las perspectivas: “Estimamos que si Trump impone un arancel universal estadounidense del 10% en el segundo trimestre de 2025, el crecimiento sería 0,2 puntos porcentuales inferior en 2025. Trump también podría obligar a Japón a endurecer las restricciones a las exportaciones de equipos semiconductores a China, que a pesar de las restricciones impuestas en 2023 sigue siendo un mercado de exportación clave para el sector.”