Kenia: El Gobierno presenta el presupuesto para 2020 en el contexto de Covid-19 y fija una trayectoria de consolidación
El 11 de junio, el Gobierno presentó un presupuesto de 2,79 billones de KES (unos 26.000 millones de USD) para el año fiscal 2020-2021, que comenzará el 1 de julio y se extenderá hasta el 30 de junio de 2021. El presupuesto pretende hacer frente al impacto económico de la pandemia de Covid-19, las invasiones de langosta y las inundaciones, y reactivar el crecimiento apoyando a hogares y empresas. También establece una senda de consolidación fiscal gradual tras el inevitable deterioro de las finanzas públicas durante la segunda mitad del ejercicio 2019-20.
El presupuesto proyecta unos ingresos de 1,89 billones de KES o el 16,8% del PIB, notablemente por debajo del 18,6% del PIB de este año fiscal, lo que arroja un déficit presupuestario de 841.000 millones de KES o el 7,5% del PIB, por debajo del déficit del 8,3% estimado para este año fiscal. El marco presupuestario ha tenido en cuenta el impacto adverso de la conmoción provocada por el coronavirus en los ingresos, que se ha visto amplificado por las reducciones del IVA y las medidas de desgravación fiscal para amortiguar las secuelas de la pandemia. Sin embargo, se espera que la consolidación del gasto compense con creces la pérdida de ingresos, especialmente a medida que la economía comience a recuperarse: El Gobierno prevé que el déficit se reduzca al 6,1% del PIB en el ejercicio 2021-2022 y ha mantenido el objetivo a medio plazo en el 3,0%. Por lo que respecta a la financiación, el Gobierno tiene previsto recurrir a los mercados de crédito nacionales y extranjeros, y se prevé que la financiación externa represente aproximadamente el 42% del déficit. Las autoridades también esbozaron un nuevo paquete de estímulo de ocho puntos por valor de 57.000 millones de KES (540 millones de USD) como respuesta adicional a Covid-19, cuyo objetivo es reactivar la actividad económica y permitir que las empresas se recuperen de la crisis. Entre las medidas destacan la rehabilitación de las infraestructuras viarias, el aumento de la liquidez a las empresas, el incremento del gasto en sanidad y agricultura, la reapertura del sector turístico y la promoción de los fabricantes locales.
El presupuesto se presenta en un contexto debilitado por la pandemia del Covid-19 y las medidas de contención asociadas, las nubes de langostas y las inundaciones. Sin embargo, a pesar del inevitable deterioro fiscal, derivado de la disminución de los ingresos y el aumento del gasto en respuesta a la pandemia, el plan parece seguir siendo creíble y ofrece buenos augurios para contener los peores efectos de la crisis.
Comentando el presupuesto, Dylan Smith, economista de Goldman Sachs, señaló: “Un fuerte deterioro de los ingresos se compensa con una sólida consolidación del gasto en el próximo ejercicio fiscal, antes de que los ingresos se recuperen e impulsen el gasto en los años exteriores. En comparación con sus homólogos, esta respuesta mantendría contenido el deterioro fiscal, y Kenia ha sido uno de los primeros países de la región en presentar un marco fiscal a medio plazo creíble en respuesta al reto de la crisis de la corona. Esto, combinado con las conversaciones en curso del programa de Kenia con el FMI en 2020, una diversificación económica más amplia y una exposición limitada a las materias primas, nos lleva a ver a Kenia bajo una luz comparativamente favorable.”