Letonia: El PIB se contrae en el segundo trimestre a su mayor ritmo en más de una década por el golpe de Covid-19
La economía se contrajo un 8,9% interanual en el segundo trimestre, según los datos detallados de la contabilidad nacional publicados por el Instituto de Estadística de Letonia el 31 de agosto. La contracción fue menor que el descenso del 9,8% indicado en la estimación preliminar, pero mucho mayor que la caída del 1,5% del primer trimestre. El resultado del segundo trimestre es el peor desde el primer trimestre de 2010.
La desaceleración reflejó fuertes contracciones de la demanda interna y externa. En particular, el consumo privado se vio afectado por las medidas adoptadas para frenar la propagación del virus Covid-19, que diezmaron el gasto en transporte, actividades culturales y recreativas y hostelería. El gasto de los consumidores se desplomó un 20,9% anual en el segundo trimestre, lo que supone una caída mayor que la del 4,5% registrada en el primer trimestre y marca la mayor contracción desde que se tienen registros en 1996. Por otra parte, la inversión fija disminuyó un 6,1% interanual, frente al sólido aumento del 5,7% registrado en el 1T, mientras que el gasto público se moderó en el 2T (2T: +1,7% interanual; 1T: +3,2% interanual).
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios se desplomaron un 12,5% (1er trimestre: +3,2% interanual) ante el cierre de la demanda de los principales socios comerciales, mientras que las importaciones se desplomaron un 15,3% anual (1er trimestre: +3,4% interanual) debido al desplome de la demanda interna.
En términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB cayó un 6,6% en el segundo trimestre, tras el descenso del 2,9% del trimestre anterior.
Se espera que la economía se contraiga notablemente este año debido a la pandemia del virus Covid-19. El sector exterior se verá afectado por el descenso de las llegadas de turistas y el comercio intracomunitario, mientras que la caída de la inversión en capital fijo y la limitación del consumo privado frenarán la demanda interna. Sin embargo, el aumento del gasto público y de la financiación comunitaria debería amortiguar un poco la recesión.