Malasia: El Banco Negara de Malasia mantiene los tipos en julio
En su reunión de los días 5 y 6 de julio, el Comité de Política Monetaria del Banco Negara de Malasia (BNM) mantuvo el tipo de interés oficial a un día en el 3,00%, tras la sorprendente subida de mayo. Los mercados anticiparon ampliamente la decisión.
El Banco se mantuvo firme mientras la inflación caía en mayo al 2,8%, el nivel más bajo en un año, y aumentaba la preocupación por el crecimiento económico. El BNM señaló que la tendencia desinflacionista había continuado de forma constante, y ahora ve que tanto la inflación subyacente como la general siguen moderándose según lo previsto. Además, la prórroga de las tarifas eléctricas para los hogares en lo que queda de 2023 limitará las presiones sobre los precios en el futuro, haciendo menos necesaria otra subida de tipos. En cuanto a la economía, el Banco señaló que las presiones a la baja sobre el crecimiento siguen proviniendo de una economía mundial poco optimista. Por ello, la demanda interna sigue siendo el principal motor del crecimiento económico este año. En consecuencia, el Banco mantuvo los tipos estables para mantener una política monetaria acomodaticia.
El Banco no proporcionó orientaciones explícitas de cara al futuro. Sin embargo, señaló que seguiría garantizando que “la orientación de la política monetaria siga propiciando un crecimiento económico sostenible en un entorno de estabilidad de precios”. Dados los fuertes vientos en contra de la economía y los elevados costes políticos de nuevas subidas de tipos en medio de los elevados niveles de deuda de los hogares de Malasia, es poco probable que se produzcan nuevas subidas de tipos. Prácticamente todos los panelistas de FocusEconomics consideran que los tipos se mantendrán en los niveles actuales a finales de 2023. Sin embargo, las crecientes presiones depreciatorias sobre el ringgit plantean un riesgo al alza para los tipos a finales de este año. En cuanto a las perspectivas futuras, los analistas de EIU comentaron: “Creemos que el BNM tiene margen para mantener la OPR en suspenso durante el resto del año, ya que la necesidad de estimular el crecimiento debe equilibrarse con los posibles riesgos de inflación. El banco central retrasará un recorte de la OPR hasta que la presión inflacionista mundial haya remitido, lo que esperamos que ocurra a mediados de 2024. La próxima reunión de política monetaria está prevista para los días 6 y 7 de septiembre.