Malasia: El Banco Negara de Malasia sube por sorpresa en mayo
En su reunión de los días 2 y 3 de mayo, el Comité de Política Monetaria del Banco Negara de Malasia (BNM) elevó el tipo de interés oficial a un día en 25 puntos básicos, hasta el 3,00%, tras haber interrumpido su ciclo de endurecimiento en las dos reuniones anteriores. La decisión, que devolvió el tipo de interés oficial a los niveles anteriores a la pandemia, cogió a los mercados por sorpresa, ya que se preveía una tercera subida consecutiva.
El Banco reanudó su ciclo de endurecimiento debido a la preocupación por el impacto sobre la inflación de una demanda interna aún resistente. Según el BNM, la economía nacional no mostraba signos de perder impulso a pesar de las anteriores subidas de los tipos de interés. Se consideró que el consumo y la inversión, en particular, no se habían visto afectados por un endurecimiento excesivo, respaldados por un mercado laboral más fuerte, una recuperación del sector turístico y proyectos plurianuales de infraestructuras. En consecuencia, el Banco consideró que la inflación subyacente seguía siendo elevada y muy dependiente de los controles de precios del Gobierno y de las subvenciones a la energía. Para evitar que la inflación siguiera subiendo y contrarrestar los posibles desequilibrios financieros, el BNM optó por la subida de un cuarto de punto.
La orientación del Banco hacia el futuro fue escasa, y el comunicado de prensa sólo señalaba que el BNM “seguirá garantizando que la orientación de la política monetaria siga siendo coherente con las perspectivas de inflación y crecimiento nacionales”. A la luz de la sorprendente decisión, nuestros panelistas están revisando sus previsiones para el tipo de interés a un día durante 2023. De cara al futuro, Euben Paracuelles y Rangga Cipta, analistas de Nomura, consideran que el ciclo de endurecimiento ha terminado: “Prevemos que el BNM mantendrá su tipo de interés en el 3% durante el resto del año. Seguimos creyendo que las perspectivas de crecimiento se están deteriorando y que decepcionarán las previsiones oficiales, lo que respalda la idea de que el BNM se mantenga a la espera. Seguimos esperando que el crecimiento del PIB se ralentice bruscamente hasta el 4,2% este año desde el 8,7% en 2022 (por debajo del 4,4% del BNM), liderado por el descenso del crecimiento de las exportaciones, que creemos que tendrá rápidos efectos negativos en la demanda interna a través de la caída del crecimiento salarial y el ablandamiento de los mercados laborales”, mientras que los analistas de EIU esperan que el BNM baje los tipos a finales de 2023: “Creemos que un prolongado brote de desinflación en el transcurso de este año permitirá al banco central mantener una postura política neutral hasta al menos el cuarto trimestre. Un brote de desinflación, unido a una ralentización prevista de la actividad económica, aumentará la presión sobre el BNM para que relaje la política en un intento de estimular el crecimiento. Como ha ocurrido en los últimos años, los cambios en la OPR serán graduales. Tras una reducción prevista de 25 puntos básicos en el cuarto trimestre, esperamos que el BNM mantenga la OPR sin cambios en el 2,75% a lo largo de 2024” La próxima reunión de política monetaria está prevista para los días 5 y 6 de julio.