Nigeria: Nigeria celebrará el 25 de febrero sus primeras elecciones generales a tres bandas desde 1999
- Los nigerianos están llamados a las urnas el 25 de febrero para las elecciones presidenciales y legislativas.
- Entre los tres candidatos con posibilidades de ganar, uno representa al partido en el poder y dos a la oposición.
- Gane quien gane las elecciones tendrá que aplicar dolorosas reformas para sacar a la economía del marasmo.
La elección: Los tres principales candidatos son el ex gobernador de Lagos Bola Tinubu, del partido gobernante All Progressives Congress (APC), el ex vicepresidente Atiku Abubakar, del Peoples Democratic Party (PDP), y el ex gobernador del estado de Anambra Peter Obi, del Partido Laborista. Aunque el APC y el PDP han dominado las elecciones en las últimas décadas, las encuestas apuntan a Obi como favorito. La participación electoral será decisiva; una alta participación entre los jóvenes beneficiaría a Obi en medio del creciente descontento con los dos grandes partidos y el deterioro de la situación económica. En cualquier caso, es probable que ningún candidato consiga el apoyo suficiente para evitar una segunda vuelta. Por qué es importante: Nigeria es la mayor economía de África y el mayor productor de petróleo del continente. Con las actuales tasas de crecimiento demográfico, se prevé que Nigeria sea la tercera nación más poblada del mundo en 2050. Como peso pesado regional, los resultados económicos del país repercuten inevitablemente en los de sus vecinos. Por último, estas elecciones son las primeras a tres bandas desde el retorno del país a la democracia en 1999, lo que indica que es posible un cambio en el statu quo político. El indeseable legado de Buhari: Durante los ocho años de mandato del presidente saliente, el ratio deuda pública/PIB del país casi se duplicó. En los 11 primeros meses de 2022, el Gobierno utilizó el 80% de sus ingresos para pagar la deuda. Recientemente, Moody’s rebajó la calificación crediticia a “Caa1”, y S&P Global Ratings rebajó su perspectiva a negativa. Ambas agencias citaron un deterioro previsto de las métricas fiscales. El país ha luchado contra el robo de petróleo, el sabotaje y la falta de capacidad de las refinerías, por lo que no ha podido aprovechar plenamente los altos precios del crudo. Además, los recientes intentos de canjear los antiguos billetes de naira provocaron protestas por la escasez de efectivo.
Implicaciones económicas: Los tres principales candidatos prometen impulsar el crecimiento económico, diversificar la actividad, crear empleo y abordar los problemas de seguridad del país. Se han comprometido a aplicar una medida que Buhari nunca hizo: eliminar las subvenciones a los combustibles, que han puesto a prueba las finanzas públicas. Los tres han prometido también eliminar el sistema de tipos de cambio múltiples. Resolver los problemas de seguridad será clave. El gobierno ha informado de que el robo de petróleo representa una quinta parte de la producción total; el aumento de la producción de crudo no impulsará el crecimiento global del PIB a menos que se aborde adecuadamente el problema de la seguridad. Los candidatos difieren en algunos aspectos importantes. Por ejemplo, Tinubu ha restado importancia a los peligros de incurrir en un déficit fiscal y probablemente continuaría con el expansionismo fiscal, ya que la ratio deuda/PIB del país sigue estando por debajo del límite del 40% establecido por el gobierno. Por el contrario, Abubakar y Obi probablemente se centrarían más en reducir los desequilibrios fiscales. Además, Obi ha hecho de la corrupción un tema clave de su campaña y se presenta como candidato antisistema.
Qué nos depara el futuro: Quienquiera que se haga con la victoria tendrá mucho que hacer: Restablecer la seguridad pública, luchar contra la corrupción endémica y el robo de petróleo, bajar la elevada inflación y reducir la deuda pública. El elevado desempleo, especialmente entre los jóvenes, y la pobreza generalizada son otros problemas clave. El rechazo social podría complicar la aplicación de las políticas; la supresión de las subvenciones a los combustibles y la subida de impuestos para reducir el déficit serían políticamente impopulares, mientras que la unificación monetaria podría causar trastornos a corto plazo. Dicho esto, la economía tiene puntos fuertes que puede explotar. Uno de los principales activos de Nigeria, la enorme población en edad de trabajar, no se está aprovechando: Los servicios educativos son incapaces de satisfacer las necesidades de la población y el desempleo es elevado, lo que se traduce en una economía de bajo rendimiento. Si el gobierno consigue impulsar el empleo y evitar la fuga de cerebros, el mercado de consumo nacional se expandirá masivamente y el malestar social disminuirá. Además, la nueva refinería de petróleo de Dangote impulsará la producción de combustible y reducirá las importaciones de gasolina, que últimamente han lastrado mucho las finanzas públicas.