Noruega: El crecimiento económico se ralentiza en julio
En julio, la producción económica creció un 1,1% respecto al mes anterior en términos desestacionalizados, lo que supone una desaceleración respecto a la expansión del 3,1% de junio, pero marca el tercer mes consecutivo de crecimiento. No obstante, la economía se contrajo un 0,3% en el trimestre móvil mayo-julio en relación con el trimestre anterior (febrero-abril), aunque la contracción fue sensiblemente inferior a la de abril-junio (5,2%). El PIB continental -que excluye la extracción de hidrocarburos y los transportes conexos- también aumentó un 1,1% en julio en relación con el mes anterior, tras crecer un 3,7% en junio. En el trimestre móvil mayo-julio, la economía continental se contrajo un 0,4% respecto al trimestre móvil anterior, notablemente peor que la contracción del 6,4% registrada en abril-junio. La ralentización de la producción en julio estuvo encabezada por el menor crecimiento del consumo privado, que aumentó un 2,9% intermensual (mom) tras crecer un 6,7% en junio. Además, el gasto público se ralentizó hasta el 1,0% en julio, frente al 1,3% del mes anterior. Sin embargo, la inversión fija aumentó un 2,2% en el mes (junio: -1,0% intermensual), suavizando un poco la ralentización general. En el exterior, las exportaciones aumentaron un 5,6% en julio, acelerando la subida del 2,0% de junio, mientras que las importaciones también aumentaron un 4,4% en julio, suavizando la subida del 7,7% de junio.
La lectura de julio se produjo en medio de una continua relajación de las medidas de contención, aunque el hecho de que julio fuera un mes de vacaciones -lo que afecta a la actividad en algunas industrias- y la naturaleza prolongada del brote vírico lastraron el crecimiento general. Además, los bajos precios del petróleo y el gas son un impedimento para la inversión en el sector energético este año, y la incertidumbre sobre la futura demanda de combustibles fósiles enturbia aún más las perspectivas.