Noruega: El PIB total registra la mayor caída jamás registrada en el segundo trimestre
El PIB registró en el segundo trimestre la mayor caída jamás registrada, con un descenso del 5,1% en tasa intertrimestral desestacionalizada, según los datos publicados por Statistics Norway el 25 de agosto. La lectura del segundo trimestre fue muy inferior a la contracción del 1,7% registrada en el primer trimestre, ya que el impacto de las medidas de contención promulgadas el 12 de marzo surtió pleno efecto en abril y principios de mayo. El fuerte descenso estuvo encabezado por la economía doméstica, con una caída del consumo privado del 10,8% en el segundo trimestre, muy por debajo de la contracción del 4,3% del primer trimestre. El descenso se debió a una fuerte contracción del gasto de los hogares en servicios -especialmente en los sectores de la alimentación, el transporte y el ocio- como consecuencia de las medidas de cierre relacionadas con el coronavirus y el cierre de empresas no esenciales. Además, el consumo público cayó al ritmo más acusado desde el segundo trimestre de 2005, contrayéndose un 2,2% (1er trimestre: -0,2% intertrimestral). Por su parte, la inversión fija se contrajo a un ritmo más lento del 3,4% en el segundo trimestre, frente a la disminución del 5,1% del trimestre anterior. En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 8,7% trimestral desestacionalizado en el segundo trimestre, por debajo de la contracción del 0,9% del primer trimestre. Además, las importaciones de bienes y servicios cayeron a un ritmo más rápido del 16,7% en el segundo trimestre (T1: -4,1% intertrimestral). La economía continental -que excluye las actividades petroleras y el transporte marítimo conexo- disminuyó un 6,3% intertrimestral en el segundo trimestre, tras la contracción del 2,2% del primer trimestre. En términos anuales, la actividad económica total cayó un 4,7% en el segundo trimestre, frente al aumento del 0,9% del trimestre anterior.
De cara al futuro, los datos recientes indican que lo peor de la recesión ha pasado, con cifras mensuales del PIB que muestran un repunte de la actividad tanto en mayo como en junio. La relajación de las restricciones de cierre habrá impulsado una recuperación del gasto de los hogares, lo que augura un repunte en el tercer trimestre. Sin embargo, el carácter prolongado de la crisis sanitaria y la lenta recuperación de la actividad en los principales mercados internacionales son riesgos clave para las perspectivas. En cuanto a las perspectivas, Neal Kilbane, economista principal de Oxford Economics, comentó: “Aunque la economía empezó a repuntar en mayo, los indicadores más recientes ofrecen señales contradictorias en cuanto al impulso de la economía a principios del tercer trimestre; fuerte gasto de los hogares en bienes, pero dificultades en la industria. La economía seguirá débil durante algún tiempo y habrá que esperar hasta principios de 2022 para que recupere su tamaño anterior a la pandemia”.