Noruega: La producción económica se contrae a menor ritmo en abril
En abril, la producción económica se contrajo un 4,0% respecto al mes anterior en términos desestacionalizados, suavizándose ligeramente respecto a la contracción del 5,7% de marzo. En el trimestre móvil febrero-abril, la economía se contrajo un 4,6% en relación con el trimestre precedente, lo que fue notablemente más acusado que la contracción del 1,6% registrada en enero-marzo. El PIB continental -que excluye la extracción de hidrocarburos y el transporte conexo- cayó un 4,7% en abril en relación con el mes anterior, tras desplomarse un 6,9% en marzo. En el trimestre móvil febrero-abril, la economía continental se contrajo un 5,7% respecto al trimestre móvil anterior, lo que supone un retroceso notablemente peor que la contracción del 2,1% registrada en enero-marzo. En abril, una caída más suave de la demanda interna impulsó la menor contracción general. El consumo privado cayó un 6,7% intermensual (mom) tras desplomarse un 13,7% en marzo, mientras que la inversión fija cayó un 0,3% más moderado en abril tras caer un 1,7% el mes anterior. En el exterior, las exportaciones se desplomaron un 6,0% en abril, empeorando la caída del 1,5% de marzo, mientras que las importaciones también disminuyeron, aunque a un ritmo más suave (abril: -8,2% intermensual; marzo: -11,8% intermensual). Statistics Norway también publicó el 5 de junio previsiones actualizadas para todo el año, señalando que, aunque la economía se encuentra en una profunda crisis económica, la actividad parece estar recuperándose a medida que se relajan las medidas de contención. Así, ahora prevé que el PIB caiga un 2,9% este año, lo que supone una mejora respecto a la contracción del 4,0% prevista en las previsiones de abril, e indica un repunte de la actividad más rápido de lo esperado gracias a la caída de la tasa de infección y al refuerzo del gasto público.
Es probable que el repunte se vea frenado por la prolongada debilidad de los principales socios comerciales, ya que tanto la demanda como la actividad tardan en recuperarse de las medidas de bloqueo generalizadas. Además, se espera que los precios relativamente bajos del petróleo y el gas lastren la inversión en la industria energética este año, mientras que el aumento de la volatilidad en los mercados mundiales es un riesgo clave para el sector. No obstante, el sustancial aumento del gasto público, unido a la bajada de tipos del Norges Bank al 0,0% a principios de mayo, debería impulsar la recuperación.