Nueva Zelanda: La economía se contrae al mayor ritmo en casi 30 años por los efectos iniciales del bloqueo
La economía se desplomó un 1,6% en términos intertrimestrales ajustados estacionalmente en el primer trimestre de 2020, lo que contrasta con el aumento del 0,5% del cuarto trimestre. La lectura representó la contracción más pronunciada desde el primer trimestre de 1991 y estuvo por debajo de las expectativas de una caída del 1,0%. Entretanto, en términos interanuales, la economía retrocedió un 0,2% en el 1T, oscilando desde la expansión del 1,8% del 4T, y marcando la primera contracción en más de 10 años. La notable contracción se debió a las duras medidas de contención desplegadas a finales del primer trimestre. La agria lectura intertrimestral del 1er trimestre se debió al retroceso de la demanda interna. El gasto de los hogares disminuyó un 0,3% (4T: +0,3% intertrimestral a.a.), ya que el desplome de la confianza de los consumidores en marzo, los cierres patronales y las pesimistas perspectivas económicas llevaron a los hogares a posponer el gasto y aumentar el ahorro por precaución. La caída del gasto de los consumidores en productos de larga duración, alojamiento y pasaje aéreo fue especialmente acusada. Por otra parte, la inversión fija se desplomó un 3,0% (4º trimestre: -0,2% intertrimestral), arrastrada por la caída de la inversión en equipos de transporte y en edificios residenciales y no residenciales debido al cierre de empresas. Por el contrario, el sector exterior se fortaleció, aunque a costa de la caída de las importaciones. Las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 2,1%, frente al aumento del 0,7% del cuarto trimestre, debido al desplome de las ventas de servicios de viajes y a pesar del aumento de las exportaciones de productos lácteos. En cambio, las importaciones de bienes y servicios cayeron un 5,6%, tras aumentar un 0,4% en el cuarto trimestre, afectadas por el desplome de la actividad inversora y la caída de las compras de bienes de consumo duraderos.
La demanda interna y externa sufrirán un duro golpe este año. Las políticas fiscales y monetarias favorables y el levantamiento relativamente rápido de las medidas de bloqueo ayudarán a la economía a iniciar su recuperación en el segundo semestre, aunque los posibles brotes de la pandemia a escala mundial plantean riesgos a la baja.