Nueva Zelanda: La economía registra una modesta expansión en el primer trimestre
La actividad económica aumentó un 0,2% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el primer trimestre, por encima de la contracción del 0,1% registrada en el cuarto trimestre y marcando el mejor resultado desde el segundo trimestre de 2023. Sin embargo, los datos del 1T parecen débiles dado el ritmo de crecimiento de la población: De hecho, el PIB per cápita cayó en el 1T por sexto trimestre consecutivo.
La fortaleza del gasto privado contrarrestó los descensos del gasto público, la inversión y el comercio exterior. No obstante, la oficina estadística advirtió que los datos sobre consumo privado y exportaciones podían no ser fiables, debido a los cambios en los patrones de gasto estacional provocados por la pandemia.
El consumo privado aumentó un 1,6% en el primer trimestre, por encima de la expansión del 0,6% del cuarto trimestre. El gasto público cayó a un ritmo más suave del 0,3% en el primer trimestre (4T 2023: -0,5% intertrimestral). Por su parte, la inversión fija se contrajo a un ritmo más pronunciado del 1,3% en el 1T, tras la contracción del 0,1% registrada en el trimestre anterior.
Las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 0,4% trimestral desestacionalizado en el primer trimestre, lo que contrasta con la expansión del 3,2% del cuarto trimestre. Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios repuntaron, creciendo un 6,1% en el primer trimestre (4T 2023: -2,8% intertrimestral).
Los analistas de ANZ Bank pintaron un panorama sombrío de la economía: “En términos generales, los datos del PIB del primer trimestre muestran que el impulso económico es anémico, especialmente desde la perspectiva de la demanda interna y per cápita. Y aunque se espera que el crecimiento del PIB empiece a recuperarse gradualmente a finales de este año, la mayoría de los hogares no lo notarán, dado que la ralentización interna aún tiene recorrido y el mercado laboral se está relajando. Los analistas del United Overseas Bank adoptaron una postura similar: “A pesar de la recuperación, la economía sigue haciendo frente a los efectos persistentes de la elevada inflación. Prevemos que el crecimiento del PIB seguirá siendo lento, del 0,7% en 2024. Entre los factores positivos figuran la recuperación del mercado de la vivienda, el aumento de la migración neta y la política fiscal expansiva, mientras que entre los factores negativos figuran unas condiciones monetarias restrictivas, una menor demanda mundial y el aumento de las tensiones geopolíticas.”