Polonia: El Banco Central mantiene los tipos en su mínimo histórico en septiembre
En su reunión del 15 de septiembre, el Banco Nacional de Polonia (BNP) decidió mantener el tipo de referencia en el mínimo histórico del 0,10%, lo que supone el tercer mantenimiento consecutivo del Banco y se ajusta a las expectativas del mercado. Además, el Banco Central mantuvo estable el tipo lombardo en el 0,50%, el tipo de depósito en el 0,00% y el tipo de redescuento en el 0,11%. Al mismo tiempo, el Banco reiteró su compromiso de apoyar la liquidez en los mercados financieros y contribuir al funcionamiento normal del sistema bancario. El fuerte descenso de la actividad económica registrado en el segundo trimestre, debido a las medidas de contención de la pandemia, junto con la disminución de las presiones inflacionistas, impulsaron en gran medida la decisión del Banco de mantener sin cambios la orientación de su política monetaria. El PIB se contrajo a un ritmo récord en el segundo trimestre debido a la caída del gasto privado y de capital, ya que las medidas de contención forzaron el cierre de empresas no esenciales y limitaron el consumo. Dicho esto, el Banco declaró que es probable que la actividad económica repunte en los próximos meses, pero subrayó que persisten los riesgos a la baja. Por lo que respecta a la inflación, la moderación de la demanda interna y la caída de los precios de la energía han ejercido últimamente una presión a la baja sobre los precios, y la inflación se redujo al 2,9% en agosto (julio: 3,0%), acercándose así al punto medio de la banda fijada como objetivo por el Banco Central (1,5-3,5%). Mientras tanto, el Banco reiteró una vez más que seguirá descontando los créditos concedidos a las empresas por los bancos con el fin de refinanciar los préstamos, y reafirmó su programa de relajación cuantitativa con la compra continuada de bonos del Estado en el mercado secundario.
De cara al futuro, es probable que la orientación de la política monetaria del Banco siga siendo en gran medida acomodaticia, a fin de paliar la caída del empleo y respaldar la recuperación económica, que también se beneficiará de un sólido apoyo fiscal y de la nueva financiación de la UE. Dicho esto, los riesgos a la baja se derivan de la imprevisible evolución de la pandemia, que pesa sobre las decisiones de inversión, el menor crecimiento salarial y el debilitamiento de la confianza de los hogares y las empresas.
La próxima reunión de política monetaria está prevista para el 7 de octubre.