República Checa: El PIB registra la mayor caída de su historia en el segundo trimestre, en medio de la crisis sanitaria de Covid-19
El PIB se desplomó un 11,0% interanual revisado en el segundo trimestre (-10,7% interanual en el informe anterior), muy por debajo de la contracción del 1,9% registrada en el primer trimestre, lo que supone el peor resultado registrado hasta la fecha, ya que el impacto de la crisis sanitaria de Covid-19 se dejó sentir en la actividad. Asimismo, en términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB disminuyó un 8,7% en el segundo trimestre (-8,4% intertrimestral anual), frente a la caída del 3,3% del trimestre anterior.
El retroceso anual reflejó notables contracciones tanto de la demanda interna como de la externa. El gasto de los hogares cayó un 7,6% en el segundo trimestre, muy por debajo de la contracción del 0,2% del primer trimestre, ya que las medidas de contención para frenar la propagación del virus afectaron a la actividad empresarial no esencial y al consumo. Por su parte, la inversión fija disminuyó un 4,8% en el segundo trimestre, un descenso más suave que el del trimestre anterior (5,2%), mientras que el crecimiento del consumo público se ralentizó hasta el 1,8% (+4,9% en el primer trimestre).
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 23,3% en el segundo trimestre, una cifra notablemente inferior a la contracción del 1,9% del primer trimestre, en un contexto de debilidad del comercio internacional y perturbación de las cadenas de suministro. Por otra parte, las importaciones de bienes y servicios cayeron a un ritmo más pronunciado del 18,2% en el segundo trimestre (-1,4% en el primer trimestre). Así pues, el sector exterior en su conjunto restó 5,6 puntos porcentuales a la lectura global en el 2T, tras la sustracción de 0,5 puntos porcentuales del trimestre anterior.
Al comentar las perspectivas, Jakub Seidler, economista jefe de ING República Checa, reflexionó: “Como las cifras revisadas no cambiaron mucho respecto a las estimaciones preliminares, seguimos esperando que la economía checa caiga en torno al 7% este año. Sin embargo, la cifra final dependerá del ritmo de la recuperación mundial en el segundo semestre, que sigue siendo más incierto debido a la situación de Covid-19. […] Aunque lo peor ya ha pasado en términos de caída del PIB, muchos indicadores económicos podrían empezar a deteriorarse con retraso, y especialmente tras el fin de los programas de apoyo del Gobierno, sobre todo la tasa de desempleo.”