República Dominicana: El crecimiento de la actividad económica cae en febrero a su nivel más bajo en un año
La actividad económica creció un 5,8% interanual en febrero, tras el aumento del 6,3% de enero. El resultado marcó la peor lectura desde febrero de 2021.
La ralentización se debió en parte a un efecto base más duro. En el desglose, el menor crecimiento interanual se debió a la menor actividad en el sector minero. Mejoró el crecimiento en los sectores agrícola, manufacturero y de la construcción, mientras que el sector servicios se mantuvo estable en líneas generales. Mientras tanto, el crecimiento medio anual de la actividad económica aumentó hasta el 13,4% en febrero (enero: +13,0%), lo que apunta a una tendencia de mejora.
La ralentización del crecimiento en enero y febrero con respecto a las cifras de crecimiento de dos dígitos registradas el año pasado se debe en parte a un efecto base de endurecimiento y, por tanto, no refleja una desaceleración acusada de la actividad subyacente. De hecho, tras contraerse en enero debido a un repunte de los casos de Covid-19 inducido por Omicron, el crecimiento económico en términos intermensuales desestacionalizados fue mayor en febrero que en la mayoría de los meses del año pasado. En cuanto a las perspectivas para 2022, los analistas de EIU señalan: “A corto plazo, el crecimiento se verá impulsado principalmente por la reapertura de la economía, a medida que se acerque la finalización de la implantación de la vacuna Covid-19. A su vez, esto impulsará el consumo y la demanda de los consumidores. Esto, a su vez, impulsará el gasto de los consumidores y apoyará el fuerte crecimiento de la inversión en infraestructuras. Las exportaciones turísticas también aumentarán a medida que la recuperación económica traiga consigo una normalización de las llegadas de turistas. El crecimiento de las entradas de remesas de los trabajadores seguirá siendo fuerte a medio plazo, lo que apoyará el consumo privado” Sin embargo, todavía ven aparecer algunos obstáculos al crecimiento este año:
“Los vientos cíclicos en contra del crecimiento procederán principalmente del endurecimiento de la política fiscal del Gobierno en 2022, ya que la necesidad de preservar la estabilidad macroeconómica precipita la retirada de las medidas de estímulo posteriores a la pandemia. […] Es probable que el Gobierno suba los impuestos a medio plazo y recorte las subvenciones públicas, lo que frenará la demanda agregada”.