República Dominicana: Es improbable que las elecciones generales de julio provoquen un cambio significativo en la política económica
El 5 de julio el país elegirá nuevo Presidente y Parlamento. Las encuestas indican que tanto el líder de la oposición, Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno, de centro-izquierda, como Gonzalo Castillo, del Partido de la Liberación Dominicana, de centro-izquierda, tienen posibilidades reales de ganar. Si ningún candidato presidencial supera el 50% en la primera vuelta, se celebrará una segunda ronda el 26 de julio. Sea cual sea el vencedor, es poco probable que la política económica cambie radicalmente y debería seguir siendo favorable al mercado.
Los programas de ambos candidatos hacen hincapié en la creación de empleo, la mejora de la seguridad, el impulso de la protección social y la mejora de la sanidad y la educación. A corto plazo, sin embargo, la atención del nuevo presidente estará ocupada por la crisis del Covid-19, que requerirá un apoyo continuado a los sectores afectados y preparativos para una posible intensificación del brote a medida que se reabra la economía. La política fiscal debería ser prudente a medio plazo, aunque las presiones sobre el gasto serán elevadas a corto plazo, a medida que el gobierno intente reactivar la economía, mientras que los ingresos se verán afectados por la recesión inducida por el coronavirus. La combinación de estos dos factores provocará un notable aumento del déficit presupuestario este año y podría hacer necesaria una mayor ayuda exterior, que hasta ahora se ha materializado en un préstamo de 650 millones de USD del FMI.
Al anunciar la aprobación del préstamo, el Fondo advirtió: “Una vez que la pandemia retroceda, será importante volver a una consolidación fiscal gradual, incluido el establecimiento de un marco fiscal a medio plazo, para garantizar que el ratio deuda pública/PIB se mantenga sostenible y en una senda decreciente”.