Rumanía: La inflación baja en agosto por la menor presión sobre los precios de los bienes no alimentarios
La inflación disminuyó al 5,1% en agosto, frente al 5,4% de julio, ligeramente por encima de las expectativas del mercado. En cuanto a los detalles de la publicación, las menores presiones sobre los precios de los bienes no alimentarios contrarrestaron las aceleraciones de los precios de los alimentos y los servicios. La tendencia apuntaba a la baja, con una inflación media anual que se redujo al 6,5% en agosto (julio: 6,9%). Por último, los precios de consumo subieron un 0,23% desestacionalizado respecto al mes anterior en agosto, lo que supone un descenso respecto a la subida del 0,60% registrada en julio. El resultado de agosto fue el más débil desde mayo.
Nuestros panelistas prevén que la inflación disminuya con respecto al nivel de agosto, pero que se sitúe en promedio por encima del objetivo de inflación del Banco Central (1,5-3,5%) tanto en el segundo semestre como en 2024 en su conjunto, impulsada por el robusto consumo privado y el aumento del gasto público de cara a las elecciones parlamentarias de diciembre. Sin embargo, se prevé que este año la inflación disminuya desde los niveles de 2023, favorecida por un elevado efecto de base.
Comentando la publicación, Dorina Ilasco, analista de Erste Bank, declaró: “Seguimos viendo que la tasa de inflación terminará este año en el 4,0% interanual, pero los riesgos se inclinan al alza debido a la dinámica prospectiva de los precios de la energía (gas natural, en particular) tras los cambios legislativos aplicados a partir de abril.”Kevin Daly y Johan Allen, analistas de Goldman Sachs, comentaron las perspectivas de inflación más adelante: “Seguimos esperando que los factores externos pesen sobre la inflación rumana en lo que queda de 2024 y en 2025: nuestra previsión considera que la inflación volverá a acercarse al objetivo del BNS del +2,5% hacia finales del próximo año. […] Los riesgos al alza tanto para nuestras previsiones de inflación como para las del BNR se derivan principalmente de la orientación laxa de la política fiscal de Rumanía; las autoridades prevén un déficit del 5,0% del PIB este año pero, a tenor de las cifras fiscales del primer semestre, esto ya parece improbable y la Comisión Europea ha previsto recientemente un déficit del 6,9%.”