Rumanía: El PIB cae a un ritmo récord en el segundo trimestre en medio de la crisis de Covid-19
Una segunda publicación mostró que la economía se contrajo un 10,5% anual en el 2T, lo que contrasta con el crecimiento del 2,4% del 1T, ya que las medidas de contención Covid-19 pasaron factura. La lectura del 2T coincidió con la estimación preliminar y marcó la peor contracción registrada.
El consumo privado se desplomó un 13,3% anual en el segundo trimestre debido a las medidas de bloqueo promulgadas a finales de marzo, marcando el peor resultado de la historia de la serie. Por otra parte, el crecimiento del gasto público se aceleró al 4,7% (1er trimestre: +3,5% interanual), ya que el Gobierno desplegó diversas medidas de estímulo, incluidos planes de apoyo al empleo y desgravaciones fiscales, para mitigar los efectos económicos del cierre patronal. El crecimiento de la inversión fija perdió fuerza en el segundo trimestre, ralentizándose hasta el 1,8% desde el 13,1% del primer trimestre. En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios cayeron en picado un 28,5% interanual en el segundo trimestre, una caída considerablemente más pronunciada que la del 1,6% del primer trimestre. Del mismo modo, las importaciones de bienes y servicios cayeron un 21,6%, frente al aumento del 2,2% del primer trimestre. Así pues, en conjunto, el comercio neto contribuyó positivamente al crecimiento en el 2T. En términos intertrimestrales desestacionalizados, el PIB se desplomó un 12,3% en el 2T, lo que supuso un cambio respecto a la expansión del 0,3% del 1T y también marcó la peor lectura registrada.
De cara al futuro, se prevé que el PIB se contraiga este año, ya que la pandemia de coronavirus asesta un duro golpe a la economía. Las prolongadas medidas de contención de Covid-19 seguirán debilitando el consumo privado, mientras que la interrupción de las cadenas de valor dificultará el gasto de capital. Además, el empeoramiento del déficit presupuestario del país enturbia aún más las perspectivas. Valentin Tataru, economista de ING, comentó lo que cabe esperar a continuación:
“Hay indicios, sin embargo, de que esto sólo podría conducir a un crecimiento más plano en forma de “V”, lo que significa que la posterior recuperación del tercer y cuarto trimestre será menos pronunciada. […] Por lo tanto, mantenemos la previsión de crecimiento para este año en el -5,5% y rebajamos las cifras de crecimiento para el próximo año de un ciertamente optimista 7,1% al 5,2%, ya que la recuperación parece que se producirá a un ritmo más gradual de lo previsto inicialmente.”