Rusia: El Banco Central recorta los tipos otros 300 puntos básicos, hasta el 11,00%, a finales de mayo
En una reunión no programada celebrada el 26 de mayo, el Banco Central de la Federación Rusa (BCR) redujo su tipo de interés oficial del 14,00% al 11,00%. Se trata del tercer recorte consecutivo de 300 puntos básicos desde el 8 de abril, tras una subida de emergencia al 20,00% a finales de febrero. La medida reflejaba los esfuerzos del Banco por apoyar la actividad económica y estaba impulsada, al menos en parte, por su objetivo de enfriar la rápida apreciación del rublo en un contexto de relajación de las presiones inflacionistas. El contexto macrofinanciero ha cambiado fundamentalmente desde el comienzo de la guerra, allanando el camino para que el BCR suavizara notablemente su orientación contractiva de la política monetaria tras una primera subida de tipos. La inflación parece haber alcanzado su punto máximo a mediados del segundo trimestre, y el Banco afirma que las presiones disminuyeron “gracias a la dinámica del tipo de cambio del rublo, así como a la notable disminución de las expectativas de inflación de los hogares y las empresas”. La inflación se ralentizó hasta el 17,5% a finales de mayo, desde el 17,8% de abril, disminuyendo más rápidamente de lo previsto por el BCR en abril. Mientras tanto, la actividad crediticia se mantuvo débil en las últimas semanas, lo que apunta a una reducción de los riesgos proinflacionistas.
En cuanto a las divisas, el BCR ha logrado estabilizar el rublo tras la caída inicial a un mínimo histórico; a finales de mayo, la moneda alcanzó su nivel más alto en siete años frente al dólar. Aunque un rublo más fuerte ha contribuido a contener la inflación, su ascenso parece haber producido notables inconvenientes. Un rublo en alza es un mal presagio para una economía nacional que ya atraviesa dificultades, ejerce presión sobre las finanzas públicas al reducir el valor en moneda local de los ingresos del petróleo y el gas denominados en dólares, y empeora la competitividad de los exportadores rusos. Todo esto parece haber empujado al BCR a recortar el tipo de interés antes y más de lo previsto. De cara al futuro, las perspectivas siguen siendo volátiles. Es probable que el Banco tenga que relajar aún más los controles de capital para domar el rublo, aunque esto conlleva el riesgo de abrir las compuertas a las salidas de capital del país. En cuanto a su política monetaria, se prevén más recortes de tipos, y el BCR afirma que sus decisiones dependerán de “la dinámica real y prevista de la inflación en relación con el objetivo y los procesos de transformación económica, así como de los riesgos que planteen las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros”. El Banco espera que la inflación se reduzca hasta el 5,0%-7,0% en 2023 y vuelva a su tasa objetivo del 4% en 2024, sin cambios respecto a su anterior orientación.
Dmitry Dolgin, economista de ING, comentó las perspectivas del rublo a la luz de los agresivos recortes de tipos del Banco Central de Rusia: “El USD/RUB terminará el año en torno a 75, ya que el embargo parcial o potencialmente total de la UE sobre el petróleo ruso entrará en vigor en el segundo semestre de 2022, mientras que, al mismo tiempo, la demanda de divisas y las importaciones por parte de los residentes rusos empezarán a estabilizarse. Sin embargo, antes de esa fecha, y dado que el USD/RUB está impulsado principalmente por los flujos comerciales rusos, es posible que un recorte importante de los tipos no haga bajar demasiado el rublo a corto plazo” El Banco de Rusia tiene previsto celebrar su próxima reunión de revisión de los tipos de interés oficiales el 10 de junio.