Rusia: El Banco Central sube el tipo de interés oficial más de lo previsto en octubre
En su última reunión del 27 de octubre, el Banco Central de la Federación Rusa (BCR) subió su tipo de interés oficial 200 puntos básicos, hasta el 15,00%. Esta subida sorprendió al alza a la mayoría de los analistas del mercado y se produjo tras un aumento acumulado de 550 puntos básicos entre julio y septiembre. El aumento de la inflación y la debilidad del rublo fueron los factores clave de la decisión.
El agresivo endurecimiento de la política monetaria del Banco se produjo ante la intensificación de la presión inflacionista. La fuerte demanda interna ha ido superando cada vez más la capacidad de la economía para ampliar la oferta de bienes y servicios. Esto, unido al aumento de las expectativas de inflación, el fuerte crecimiento del crédito y el incremento del gasto público, ha llevado a la inflación a un máximo de siete meses del 6,0% en septiembre (agosto: 5,1%). La continua debilidad del rublo y el deterioro de la eficacia del mecanismo de transmisión monetaria respaldaron aún más la decisión del Banco.
En su comunicado, el BCR se mostró muy duro al afirmar que “el retorno de la inflación al objetivo en 2024 y su posterior estabilización cerca del 4,0% implican que las condiciones monetarias restrictivas se mantendrán en la economía durante mucho tiempo”. Es probable que las elevadas expectativas de inflación sigan aumentando, y este será un factor importante que impedirá que la inflación vuelva al objetivo del 4,0%. El crecimiento de la demanda interna seguirá superando al de la oferta, mientras que la rigidez del mercado laboral añadirá más presión al alza de los precios. Además, el Banco considera la relajación de la política fiscal como otro factor favorable a la inflación en el horizonte de previsión. Otros riesgos se derivan de las tensiones geopolíticas: Las sanciones internacionales podrían debilitar aún más la demanda de exportaciones rusas, contribuyendo a la inflación a través de la depreciación de la moneda.
En cuanto a las previsiones, la previsión de inflación para este año se elevó al 7,0-7,5% (desde el 6,0-7,0%). Se prevé que la inflación disminuya hasta el 4,0-4,5% el próximo año y se mantenga en el objetivo del 4,0% más adelante. En cuanto al crecimiento económico, el Banco mantiene su previsión de un crecimiento del 0,5-1,5% en 2024, con una expansión del PIB del 1,0-2,0% en 2025.
La mayoría de nuestros panelistas están reevaluando sus previsiones. La próxima reunión del Banco está prevista para el 15 de diciembre.
Los analistas de Goldman Sachs comentaron el contexto inflacionista: “En nuestra opinión, la política fiscal laxa ha sido en gran medida responsable de las presiones sostenidas sobre los precios. Aunque el reciente aumento del precio del petróleo probablemente reducirá los déficits fiscales, las expectativas de inflación en septiembre se situaron en el +11,7%, y seguimos creyendo que la economía está funcionando muy por encima de su potencial. Aún no hemos visto indicios de inflexión del crecimiento y mantenemos que la inflación alcanzará un máximo justo por debajo del +10% en el segundo trimestre de 2024”. En cuanto a las perspectivas de la política monetaria, señalaron: “El BCR ha subido su tipo de interés oficial […] desde julio, en parte a la luz de las perspectivas de inflación, pero también debido a la reducción del superávit por cuenta corriente. Consideramos que esta última es la principal limitación del BCR, ya que las sanciones internacionales le obligarán a vender reservas en caso de déficit por cuenta corriente. Para evitarlo, vemos el ciclo de subidas como un medio para frenar los elevados niveles de demanda de importaciones y proteger al mismo tiempo el rublo.”