Sudáfrica: El SARB mantiene los tipos sin cambios en su reunión de septiembre
En su reunión del 23 de septiembre, el Comité de Política Monetaria del Banco de la Reserva de Sudáfrica (SARB) votó por unanimidad mantener el tipo de recompra en su mínimo histórico del 3,50%, donde lleva desde julio del año pasado. La decisión, que supone el séptimo mantenimiento consecutivo y era ampliamente esperada por los analistas del mercado, se produce en un contexto de presiones inflacionistas relativamente contenidas y de una recuperación económica continuada, aunque frágil. Aunque los datos muestran una mejora de los resultados económicos en el primer semestre, la pérdida de puestos de trabajo pone de manifiesto que la recuperación sigue siendo desigual en los distintos sectores, algunos de los cuales muestran una debilidad persistente debido a la incertidumbre política y a la escasez de electricidad. Por otra parte, se espera que las protestas que estallaron en julio tengan un efecto duradero sobre la confianza de los inversores y la creación de empleo, lo que llevó al Banco a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento económico para 2022-23. Por lo que respecta a las presiones sobre los precios, se prevé que la inflación se mantenga en gran medida contenida este año y el próximo, mientras que la inflación subyacente aumentará este año y en 2022-23. Dicho esto, la volatilidad de los precios del petróleo y la subida de los precios de la electricidad presentan riesgos al alza para las previsiones del Banco.
En cuanto a la orientación futura, el Banco mantuvo su previsión de una subida de 25 puntos básicos en el último trimestre del año, y de nuevo en cada trimestre del próximo año y en 2023. Dicho esto, la política seguirá siendo muy acomodaticia en un intento de continuar apoyando la recuperación. Sin embargo, el Banco reiteró que “en este entorno incierto, las decisiones de política monetaria seguirán dependiendo de los datos y siendo sensibles al equilibrio de los riesgos para las perspectivas”, lo que significa que la proyección podría cambiar entre reuniones. Andrew Matheny, economista de Goldman Sachs, comentó: “Aunque la decisión de política monetaria y la votación estuvieron en consonancia con nuestras expectativas, la calificación de los riesgos fue algo más agresiva de lo que habíamos previsto, tal vez como reflejo de la sorpresa al alza de la inflación subyacente en agosto y de la dinámica generalmente favorable a la inflación a escala mundial. Nuestras perspectivas más favorables para la inflación a medio plazo (BP 3,7% frente a SARB 4,2%/consenso 4,5% en 2022) respaldan nuestra previsión de que el SARB se abstendrá de endurecer su política hasta 2023, aunque vemos cierto riesgo de que nuevas sorpresas al alza de la inflación a corto plazo puedan provocar un giro más duro de la política antes de esa fecha” La próxima reunión de política monetaria está prevista para el 28 de noviembre.