Turquía: El déficit por cuenta corriente aumenta en octubre
En octubre, Turquía registró un déficit por cuenta corriente de 200 millones de USD (noviembre de 2019: superávit de 2800 millones de USD), lo que supuso el undécimo déficit consecutivo. Sobre una base móvil de 12 meses, el déficit por cuenta corriente aumentó a 33.800 millones USD en octubre desde los 30.800 millones USD de septiembre. La suma móvil de octubre marcó el déficit más pronunciado desde septiembre de 2018 y puso de relieve el deterioro de la posición externa de la economía. El deterioro anual de la balanza por cuenta corriente reflejó un superávit comercial de servicios notablemente menor en medio de las secuelas en curso de la pandemia mundial, y un déficit comercial de mercancías más amplio. El sector turístico se ha visto duramente afectado por el Covid-19 y las medidas restrictivas para frenar su propagación; en octubre, las llegadas de turistas disminuyeron casi un 60% interanual y más de un 70% en lo que va de año. Mientras tanto, el fortalecimiento de la demanda interna siguió impulsando la ampliación del déficit del comercio de mercancías, con un aumento interanual de las importaciones del 7,0% (septiembre: +22,2% interanual), mientras que las exportaciones aumentaron un 4,3% interanual (septiembre: +3,3% interanual), marcando sólo el cuarto mes de crecimiento este año debido a la pandemia. En el frente financiero, hubo una entrada neta de 2.900 millones de USD en octubre, notablemente superior a las entradas netas de 600 millones de USD registradas en el mismo mes del año anterior (septiembre de 2020: salida de 1.200 millones de USD). Esta evolución se explica por las entradas de inversiones de cartera. Por último, las reservas oficiales aumentaron en 4.200 millones de USD en el mes.
De cara al futuro, se espera que Turquía registre un notable déficit por cuenta corriente el próximo año, al tiempo que aumenta el riesgo de una crisis de la balanza de pagos debido a la continua depreciación de la moneda en medio de un stock de deuda del sector privado denominada en su mayor parte en USD. Además, el Gobierno se ha apoyado en el crecimiento del crédito para impulsar el consumo y la inversión, lo que, combinado con unas reservas agotadas y un creciente déficit por cuenta corriente, aumenta la presión sobre la balanza de pagos.