Turquía: El crecimiento del PIB crece al ritmo más suave desde el segundo trimestre de 2020 en el cuarto trimestre de 2022
La actividad se suavizó en el cuarto trimestre, con una expansión del PIB del 3,5% interanual (3T: +4,0% interanual). La lectura del cuarto trimestre marcó el crecimiento más lento desde el estallido de la pandemia de Covid-19 en el segundo trimestre de 2020. El crecimiento del consumo privado cayó al 16,1% en el cuarto trimestre, marcando la expansión más débil desde el tercer trimestre de 2021 (tercer trimestre: +20,4% interanual), mermado por una inflación obstinadamente alta y un ahorro agotado. Por su parte, el gasto público aumentó un 9,0% en el cuarto trimestre (+4,7% interanual en el tercer trimestre). Por otra parte, la inversión fija repuntó, creciendo un 2,6% en el cuarto trimestre, frente a la contracción del 0,8% del trimestre anterior, probablemente impulsada por la bajada de los tipos de interés.
Las exportaciones de bienes y servicios se desplomaron al ritmo más pronunciado en más de dos años, con una contracción del 3,3% en el cuarto trimestre (3T: +12,4% interanual). Además, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se ralentizó hasta el 10,2% en el cuarto trimestre (3T: +11,9% interanual).
La actividad económica repuntó en términos intertrimestrales desestacionalizados, creciendo un 0,9% en el cuarto trimestre, en contraste con el descenso del 0,1% del trimestre anterior.
Este año, el crecimiento económico se ralentizará notablemente. El endurecimiento monetario en todo el mundo añadirá más presión sobre la lira, lo que mantendrá elevada la inflación importada, lastrando la actividad interna. Por otra parte, la ralentización de la economía mundial limitará el sector exterior. Además, el terremoto de febrero en el sureste del país está afectando a la actividad. Dicho esto, las políticas monetarias y fiscales acomodaticias proporcionarán cierto apoyo a la actividad, aunque también podrían alimentar la inflación y aumentar el déficit fiscal. Los analistas del EIU comentaron el impacto a corto plazo del terremoto: “Las instalaciones industriales más grandes de la región están en su mayoría en buen estado, pero las empresas más pequeñas se han visto gravemente afectadas, y hay una escasez generalizada de mano de obra debido a las muertes, lesiones y la emigración de personas cuyos hogares han quedado destruidos.”