Turquía: El Banco Central se mantiene firme en junio ante la recuperación económica y la debilidad de la lira
El Banco Central se mantuvo firme en su reunión del 25 de junio y mantuvo el tipo repo a una semana en el 8,25%, el nivel más bajo desde antes de la crisis monetaria de 2018. La decisión sorprendió a los analistas del mercado, que esperaban otro recorte de 25 puntos básicos, y supuso una pausa en el ciclo de flexibilización de casi un año de duración. Anteriormente, el 20 de junio, el Banco Central había revisado las normas que vinculan los coeficientes de reservas obligatorias al crecimiento de los préstamos, suspendiendo hasta finales de año la norma de que los bancos debían haber ajustado las tasas de crecimiento real de los préstamos por debajo del 15%. Esto debería proporcionar a los bancos cierta flexibilidad para satisfacer la demanda de préstamos, al tiempo que se benefician de unas exigencias de reservas más beneficiosas, mejorando así la liquidez del sector bancario.
La decisión de mantener los tipos sin cambios refleja probablemente un planteamiento de espera para evaluar el impacto de los anteriores recortes de tipos. El Banco espera que la desinflación se acentúe en el segundo semestre del año a medida que los bajos precios de las materias primas y el debilitamiento de la demanda agregada contengan las presiones sobre los precios, y el mantenimiento de los tipos sin cambios debería garantizar la continuidad de esta trayectoria desinflacionista. Por otra parte, la autoridad monetaria señaló que la economía empezó a recuperarse en mayo gracias a “los pasos graduales hacia la normalización” y que “las recientes medidas monetarias y fiscales contribuyen a la estabilidad financiera y a la recuperación económica”, reduciendo la necesidad de nuevos estímulos. Además, dado que el turco se depreció un 13,2% frente al dólar en lo que va de año el 24 de junio, es probable que la última decisión refleje en parte los intentos de evitar un mayor debilitamiento de la lira, que repercutiría negativamente en la economía real.
En su comunicado de prensa, el Banco Central mantuvo un tono relativamente invariable y reafirmó la necesidad de una política monetaria “prudente” para mantener la desinflación. En conjunto, nuestros panelistas prevén una mayor relajación monetaria este año para combatir las secuelas de Covid-19 y reactivar la economía. La próxima reunión de política monetaria está prevista para el 23 de julio.