Ucrania: La economía ucraniana, en la incertidumbre tras la invasión rusa
La invasión rusa de Ucrania ha entrado ya en su sexta semana y el panorama militar ha evolucionado significativamente. Al principio, el ejército ruso arrolló a las fuerzas armadas ucranianas, llevando a cabo numerosos ataques contra objetivos militares estratégicos y ocupando varias regiones clave. Además, la amenaza de un posible ataque nuclear en los primeros días de la guerra dejó a Estados Unidos y sus aliados un tanto al margen. Sin embargo, tras varias rondas de severas sanciones por parte de los países occidentales, unidas a una masiva ayuda financiera y militar, la resistencia ucraniana ha registrado cierto éxito a la hora de rechazar a los atacantes y el conflicto ha pasado aparentemente a una fase diferente.
Recientemente, el Kremlin ha comenzado a retirar algunas tropas de Kiev y otras zonas del oeste del país para, supuestamente, centrar sus esfuerzos militares en la región del Donbass. Además, una sexta ronda de conversaciones de paz entre diplomáticos rusos y ucranianos en Estambul parece estar avanzando con cautela: El ingreso en la OTAN, la adhesión a la UE y un alto el fuego están sobre la mesa. A pesar de estos esfuerzos, la brutal guerra continúa; las bajas siguen acumulándose y varias partes siguen escépticas sobre la seriedad de estas negociaciones. Aunque los esfuerzos militares se han reducido en algunas zonas, la retirada rusa ha dejado un rastro de muerte y devastación, mientras que en algunas ciudades los combates no han hecho más que intensificarse. En el frente económico, el conflicto ha obligado a huir a países vecinos a unos 6,5 millones de personas y ha provocado daños extraordinarios en las infraestructuras. Además, el bombardeo continuado de las ciudades meridionales de Mariupol, Kherson y Odesa -las principales ciudades portuarias del país- amenaza con cortar por completo el acceso de Ucrania al mar y puede suponer una amenaza significativa para las exportaciones futuras. Por ello, nuestro Consenso prevé ahora una contracción del PIB del 29,5% en 2022 -algunos analistas ven una caída de hasta el 50%- antes de recuperarse en cierta medida en 2023. Del mismo modo, nuestros panelistas prevén ahora una inflación media del 24,0% este año, a medida que el ejército ruso siga cortando recursos y se agraven las restricciones de suministro, especialmente en las ciudades asediadas. Dicho esto, la amplitud de la campaña militar rusa y el alcance de la pérdida territorial tras la guerra siguen siendo factores clave que determinan el futuro de Ucrania. Al comentar las perspectivas económicas de Ucrania, Oleksandr Zholud, experto jefe del Banco Nacional de Ucrania, señaló: “Actualmente, la invasión y los bombardeos masivos han afectado a más de 10 oblasts: Kharkiv, Sumy, Chernihiv, Kyiv, Kherson, Zaporizhia, Mykolaiv, Zhytomyr, Donetsk y Luhansk, y la ciudad de Kyiv. Juntas produjeron más del 55% del PIB. Sin embargo, otras regiones también se han visto afectadas negativamente. Así, además del impacto directo de las hostilidades, la actividad económica se ve golpeada por la interrupción de las relaciones entre las cadenas de suministro de las regiones, un gran daño tanto para la población como para las infraestructuras. Todos estos factores tendrán consecuencias a largo plazo para la economía. Cualquier previsión cuantitativa sólo podrá hacerse tras el fin de las hostilidades y la estimación de la pérdida de capital”.