Uruguay: La economía se contrae en el primer trimestre a su mayor ritmo en más de 16 años en un contexto exterior adverso
La economía se desplomó un 1,4% interanual en el primer trimestre de 2020, tras crecer un 0,2% en el cuarto trimestre del año pasado, registrando la peor contracción desde el segundo trimestre de 2003. Mientras tanto, en términos intertrimestrales, ajustados estacionalmente, el PIB cayó un 1,6% en el primer trimestre, tras la contracción del 0,6% del cuarto trimestre y marcando el peor resultado desde el primer trimestre de 2014. Un pésimo sector exterior impulsó la desaceleración en el primer trimestre. Las exportaciones de bienes y servicios se desplomaron un 5,8% en el 1T (4T: +1,6% interanual), arrastradas por una contracción de las exportaciones de servicios, ya que las medidas de bloqueo y la difícil situación económica de Argentina provocaron la desaparición de las llegadas de turistas en marzo. Mientras tanto, las importaciones de bienes y servicios se dispararon (T1: +9,2% interanual; T4: +3,0% interanual), gracias a unos flujos turísticos salientes mucho más fuertes. En conjunto, el sector exterior restó 4,1 puntos porcentuales al crecimiento en el 1T, tras restar 0,5 puntos porcentuales en el 4T. Mientras tanto, la demanda interna mejoró, gracias a una mayor actividad inversora y al gasto de los hogares. El consumo privado se fortaleció en el primer trimestre (1T: +1,7% interanual; 4T: +1,0% interanual), mientras que el consumo público subió un 0,1% (4T: +0,6% interanual). Por su parte, el crecimiento de la inversión fija perdió fuerza (1T: +0,2% interanual; 4T: +5,4% interanual), aunque la formación bruta de capital, incluida la reposición de existencias, se disparó gracias al aumento de las compras de bienes de capital e intermedios.
El PIB caerá este año, ya que el coronavirus y las medidas para contener su propagación pesarán sobre los principales socios comerciales del país, deprimiendo la demanda exterior y la actividad inversora interna. Por otra parte, los ya frágiles indicadores fiscales se deteriorarán. Una mala gestión de la pandemia en la región plantea los principales riesgos a la baja.