Zona euro: El BCE se mantiene firme en su reunión de julio
El 16 de julio, el Banco Central Europeo (BCE) reafirmó su programa de relajación cuantitativa y mantuvo los tipos de interés en mínimos históricos para apoyar las condiciones de liquidez y preservar el buen funcionamiento de los mercados monetarios.
El BCE mantuvo sin cambios los tipos de interés de las operaciones principales de financiación, de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito, en el 0,00%, el 0,25% y el -0,50%, respectivamente. El Banco Central también mantuvo sin cambios el tamaño de su programa de relajación cuantitativa de emergencia (PEPP) en un total de 1,350 billones de euros y reafirmó que las compras se llevarán a cabo de manera flexible, con el fin de garantizar una transmisión fluida de la política monetaria. El Banco mantuvo el nivel actual de estímulo monetario para apoyar la recuperación económica a medida que los Estados miembros suavizan gradualmente las restricciones. La economía se contrajo a un ritmo sin precedentes en el primer trimestre; sin embargo, es probable que tocara fondo en abril, antes de recuperarse lentamente en mayo y junio, al compás de la reapertura gradual de las economías regionales. Además, la inflación aumentó en junio, pero siguió siendo modesta y se espera que se mantenga moderada en los próximos meses. El Banco reafirmó que está dispuesto a “ajustar todos sus instrumentos, según proceda, para garantizar que la inflación avance hacia su objetivo de forma sostenida”.
Tras experimentar un daño económico sin precedentes como consecuencia de los cierres patronales del primer semestre, se prevé que la economía regional repunte en el tercer trimestre, respaldada por unas políticas fiscales y monetarias expansivas y a medida que los gobiernos sigan levantando las medidas de contención. Dicho esto, las perspectivas siguen rodeadas de una elevada incertidumbre derivada de la eficacia de las medidas de distensión social, los efectos indirectos sobre los planes de demanda y la capacidad de oferta y la magnitud del impacto sobre los mercados laborales. Por ello, la Presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, instó una vez más a los Estados miembros a adoptar una respuesta fiscal coordinada a la crisis, además de las redes de seguridad respaldadas por las instituciones de la UE. Al mismo tiempo, reiteró que las medidas fiscales deben ser selectivas y temporales, para garantizar la sostenibilidad fiscal a medio plazo.
Al comentar la última decisión del BCE, Carsten Brzeski, economista jefe para la zona euro de ING, señaló: “Nos mantenemos en nuestra opinión de que el BCE esperará hasta la reunión de septiembre, si no hasta la de finales de octubre, antes de decidir los próximos pasos. Será entonces cuando, tras el repunte inicial en forma de V de la economía de la eurozona, se tenga una idea más clara de la recuperación real.”